de San Roque
La Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), que coordina la teniente de alcalde Pilar Núñez, ha hecho una serie de recomendaciones para los compradores con motivo de las rebajas de invierno, que se extienden en Andalucía hasta el próximo 7 de marzo. Entre las mismas se contienen cuestiones como la elaboración previa de un presupuesto, la comprobación de la calidad de los productos y reclamar en caso de conflicto con el establecimiento.
Núñez ha apuntado al respecto que “si bien estos consejos son los mismos de todos los años, no por repetidos conviene bajar la guardia, porque los problemas a los que se enfrentan los consumidores son también los mismos cada temporada. Y nunca se nos puede olvidar que los derechos del comprador no cambian durante todo el año, estemos o no en rebajas”.
“La elaboración de una lista de productos que se necesitan y ajustarse al presupuesto -explicó la edil- es un requisito indispensable para evitar las compras impulsivas, que suelen acabar generando frustración además de que pueden afectar gravemente la economía familiar. En estos tiempos de crisis es más importante que nunca el no caer en este tipo de excesos”.
“También hay que tener en cuenta -añadió- que los artículos tienen que haber estado expuestos en las tiendas, al menos, durante un mes antes del comienzo de las rebajas, por lo que esta tarea de elaborar la lista previa puede llevarse a cabo incluso durante las fechas navideñas, cuando los precios eran mucho más altos. Trabajar con previsión es siempre lo más adecuado”, sostuvo Núñez.
“El resto de las recomendaciones -explicó la teniente de alcalde- tienen mucho de sentido común: comprobar que en la etiqueta aparece también el precio anterior del artículo; constatar que los productos no tienen taras o están deteriorados u obsoletos; no abusar de las tarjetas de crédito; comprar en Internet sólo en sitios seguros; conocer la política de devoluciones de cada comercio; guardar los comprobantes de pago, tiques de compra y garantías; y reclamar en caso de conflicto con el establecimiento. En las oficinas de la OMIC (Casa Consistorial, Plaza de las Constituciones) facilitaremos las gestiones necesarias a los consumidores que se encuentren en esta última situación”, finalizó Pilar Núñez.
Entrando en más detalle en estos consejos, desde la OMIC se recuerda que cuando un artículo tiene un defecto se puede exigir al vendedor el abono de la compra, sin la obligación de aceptar cheques, vales ni cambios, tanto si se pagó con tarjeta como si se hizo en efectivo. De hecho, no se deben confundir las rebajas con las ventas de promoción, saldos y liquidaciones, ya que en el primer caso los artículos obligatoriamente deben ser de igual calidad que en cualquier otra temporada si bien a un precio más bajo.
La OMIC también recomienda hacer las compras en efectivo, ya que las tarjetas de crédito distorsionan la visión de los gastos realizados. Pero aún más peligrosos son los créditos rápidos, ya que suelen tener elevados tipos de interés. Eso sí, ningún establecimiento está obligado a aceptar el pago con tarjeta de crédito o débito, si bien tiene que indicarlo a sus clientes de forma visible.
En cuanto a las compras por Internet, lo más seguro es hacerlo en páginas adscritas al Sistema Arbitral de Consumo. Y, sobre todo, cuando se introduzcan los datos bancarios hay que comprobar que la dirección del navegador comienza por “https”, lo que significa que se trata de una página web segura (frente al encabezado común: http).
Además de comprobar en todo caso lo referente a cambios y devoluciones de cada comercio, hay que tener en cuenta que en caso de deterioro, defecto de origen o avería en el producto, cuando no se deba a su desgaste o mal uso, el comprador tiene derecho al reembolso del dinero o al cambio del artículo.
La OMIC recomienda guardar siempre los justificantes de compra, facturas y tiques como únicas garantías ante un posible cambio, devolución o reclamación. En este sentido, los certificados de garantía tienen que estar cumplimentados, y hay que tener en cuenta que todos los bienes de consumo nuevos tienen dos años de garantía, mientras que los de segunda mano comprados en tiendas cuentan, como mínimo, con una garantía de un año.
Finalmente, la OMIC recomienda comprar en establecimientos acogidos al Sistema Arbitral de Consumo. Así se garantiza que, en el caso de reclamación, la resolución no requerirá llegar a los tribunales y será rápida, imparcial y gratuita.