de San Roque
Con la apertura del plazo de inscripciones, en el Registro General del Ayuntamiento y las alcaldías de barrio, se pone en marcha una nueva edición de las Escuelas de Familia, a cargo de la Delegación de Asuntos Sociales, que preside la edil Maite Benítez.
Desde el Departamento de Asuntos Sociales se sigue apostando un año más por las intervenciones dirigidas a las familias, en esta ocasión con un abordaje preventivo desde el proyecto “Escuelas de Familia”, cuyo último fin es capacitar y reforzar a los padres en su rol educador, proporcionando a los hijos un entorno protector y seguro.
La concejal de Asuntos Sociales, Maite Benítez, ha señalado que “en esta ocasión, los grupos estarán divididos por niveles según la experiencia previa en Escuelas de Familia y con la opción de Seminarios Específicos para los más veteranos”.
“Cualquier persona interesada puede inscribirse de manera gratuita a partir de hoy 17 de septiembre hasta el 28 del mismo mes en el Registro General del Ayuntamiento o Alcaldías de Barrio, donde se cumplimentará una instancia específica”, indicó la edil.
El concepto y las funciones de la familia han estado históricamente en cambio permanente, adaptándose progresivamente a las nuevas situaciones y retos que la sociedad ha ido planteando en el transcurso de los siglos; lo que no ha cambiado es su función educadora y la importancia que tiene en los primeros años de vida del individuo.
Son varias las razones para realizar una intervención temprana centrada en la familia y, en concreto, en los padres y cuidadores principales.
En primer lugar, el desarrollo humano es de naturaleza social e interactiva, lo que implica atribuir a la familia, como contexto básico en el que la interacción tiene lugar, una responsabilidad decisiva en el desarrollo de los niños.
En segundo lugar, la etapa infantil es una etapa muy importante en la que se asientan los pilares competenciales básicos, tanto afectivos como cognitivos y sociales, que van a ser la clave del desarrollo posterior; así, se convierte en un buen momento para llevar a cabo acciones preventivas.
Y en último lugar, las rutinas diarias constituyen la mayor fuente de experiencias y oportunidades para el aprendizaje de los niños y niñas, lo cual asigna a la familia una responsabilidad muy clara en la promoción del desarrollo infantil.