de San Roque
“La historia siempre está abierta y nunca hay acontecimientos fatales, sino que depende de múltiples decisiones que toman muchos sujetos que no están conectados entre sí”. Esta es la reflexión realizada por el doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense y comentarista de política nacional en el diario El País, Santos Juliá, durante su ponencia “El 4 de abril, en el congreso del partido, apareció Lenin…”, en el marco del seminario “¿Depende la suerte de nosotros? La fortuna y el infortunio”.
Juliá ha explicado que el título de la ponencia es fruto de un azar. “Cuando revisaba el relato de Trosky, donde cuenta el viaje de Lenin desde Suiza a Sant Petersburgo, el autor comienza el relato como el título de la ponencia para después recoger el momento en el que Lenin pronuncia un discurso que cambia radicalmente la marcha de los acontecimientos en Rusia.
La historia de la revolución rusa de Trosky -según Juliá- está lleno de estos incidentes, la pregunta es ¿qué habría pasado si Lenin no llega a Sant Petersburgo el 3 de abril ?” destaca el ponente.
Juliá se pregunta “qué papel juega lo no esperado, lo que es fruto de muchos azares combinados, la suerte en los acontecimientos históricos que cambian la historia...”
En el caso de la Revolución Rusa, el ponente destaca que “es muy posible pensar que si Lenin no llega a alcanzar Sant Petersburgo a lo largo de todo el territorio alemán, el curso de la revolución habría ido por otros derroteros.
La vida en la medida que es pasada y se puede contar como pasado es historia. Eso que ha ocurrido y el hecho que haya pasado, el tiempo rodea un poco a los grandes acontecimientos del aura de fatalidad, estaba escrito, así tuvo que ocurrir. Si no hubiera habido este, habría salido otro” ha resaltado Juliá.
Otro caso que ha tratado ha sido el comienzo de la Guerra Civil española, un hecho que según destaca el ponente “se ha dado por inevitable porque los españoles caían por el despeñadero, y que el estallido de la guerra fue casi un fenómeno de la naturaleza que era fatal e inevitable.”
“Ese acercamiento a la historia es levantar esa losa de la fatalidad; las cosas no ocurrieron porque estaba escrito, porque fatalmente tenían que ocurrir, porque dadas determinadas circunstancias era inevitable que aquello pasara, sino que depende de muchas decisiones tomadas por mucha gente en muy diferentes momentos que abren unas vías y cierran otras y que hacen que la historia vaya por caminos inesperados” ha destacado Juliá.
El seminario ha completado esta última jornada con la ponencias “La ficción y el azar” a cargo del poeta, novelista y colaborador de diarios como El País, Justo Navarro.