de San Roque
Medio centenar de usuarios de la Residencia Municipal de Mayores, de la Unidad de Estancia Diurna Carteia y de las viviendas tuteladas han disfrutado hoy, jueves, de un magnífico día en la finca que el diestro Tobalo Vargas tiene en El Albarracín. Esta actividad se ha llevado a cabo gracias al esfuerzo del personal del centro (gestionado por la ONG Mensajeros de la Paz), así como de las delegaciones de Asuntos Sociales e Igualdad y de Protección Civil.
La idea inicial era pasar un día en la playa de Guadarranque, pero la presencia de viento hizo aconsejable trasladar la actividad al interior del municipio.
El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, y la delegada de Asuntos Sociales, María Teresa Benítez, se acercaron a saludar a los ancianos. Ambos charlaron con los abuelos, quienes han podido comer, beber, bailar y escuchar música en un ambiente muy alegre.
El primer edil recordó que “de nuevo nuestros mayores pueden participar en una actividad, en este caso de ocio, llevada a cabo por Asuntos Sociales con la colaboración de Mensajeros de la Paz. Desde los Reyes hasta las Navidades se llevan a cabo distintas iniciativas como ésta, que complementan las que realizan con los monitores en el día a día. Así, cada cierto tiempo salen a la playa de Guadarranque, al Puerto de Sotogrande o al Pinar del Rey”.
“En este caso -subrayó- quiero agradecer la preocupación de un empresario de la zona, como es Tobalo Vargas, que nos ha prestado esta finca en El Albarracín para compartir un día de verano con algo de viento, lo que impedía pasarlo en la playa. En cualquier caso, les viene muy bien hacer ejercicio, y junto a las visitas de las familias, les hacen la vida más agradable”.
Por su parte, Teresa Benítez explicó que “aunque la semana pasada conocí las instalaciones, su funcionamiento y a algunos de los usuarios, éste es mi primer acto con ellos. Tenemos aquí a los abuelos de la residencia, de la unidad de estancia diurna y de las viviendas tuteladas”.
“Debo recalcar mi agradecimiento -indicó la edil- a Tobalo Vargas, así como a la labor de los trabajadores y del equipo directivo de Mensajeros de la Paz. Los abuelos necesitan este tipo de actividades, porque es imprescindible para que tengan una vida sana, activa y para su bienestar”.