de San Roque
Las labores de protección del pavimento de las calles Málaga y Almoraima se sitúan al 70%, como ha constatado el primer teniente de alcalde y delegado de Urbanismo, Juan Manuel Ordóñez, durante una visita de inspección junto a técnicos de su departamento. El edil destaca el buen ritmo al que se ejecutan los trabajos, y ha adelantado que en los próximos días las vías irán alcanzando el estado óptimo con la instalación del mobiliario urbano.
El Ayuntamiento adjudicó a la empresa Guamar la aplicación del “Tratamiento de protección del pavimento de las calles General Lacy y Almoraima” por importe de casi 80.000 euros más IVA, lo que supone un ahorro de más de 30.000 euros sobre el presupuesto inicial. Se trata de mejorar la durabilidad del granito instalado recientemente en ambas vías, tanto en la zona de acera como en la calzada.
Al finalizar la visita, Ordóñez indicó que “aunque a simple vista se puede ver lo bien que está quedando el pavimento con estos trabajos, se aprecia todavía mejor cuando se comparan un tramo ya tratado con otro pendiente de tratar. Estos trabajos eran necesarios no sólo por cuestiones estéticas, sino también para hacer que el granito instalado, tanto en aceras como en calzada, dure en buen estado mucho más tiempo”.
“Los trabajos se iniciaron a principios de mayo -continuó el edil-, y tienen un plazo de ejecución de dos meses. Así que si se encuentran ahora al 70%, tenemos que estar contentos. A ello se une el ahorro de unos 30.000 euros sobre el presupuesto inicial que se consiguió en la contratación. Y lo que es más importante: creo que los ciudadanos van a estar bastante satisfechos con el resultado final. Se lo merecen, porque no podemos negar que estos trabajos generan problemas añadidos a vecinos y usuarios habituales de estas dos calles, tan céntricas. Les pedimos disculpas”, concluyó el responsable de Urbanismo.
En el primer trimestre de 2019 concluyeron las obras de rehabilitación de las calles Málaga y Almoraima. El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, explicó entonces que “la reapertura al tráfico rodado y también el paso de las procesiones de Semana Santa provocaron que el pavimento se manchara, ya que se trata de un granito muy poroso. Por eso se hacía necesario limpiar el pavimento y luego aplicarle dos tratamientos, que evitarán que se incrusten las manchas y sea luego más fácil limpiarlas, además de hacer que el material dure más tiempo en buen estado”.
“El plazo de ejecución de los trabajos -apuntó- se ha fijado en dos meses, y en el pliego se especifica que a medida que se ejecuten las obras se irán abriendo al tráfico los tramos ya terminados. De esta manera se minimizarán las molestias a comerciantes, vecinos y transeúntes, aunque pedimos disculpas por los perjuicios”, finalizó.
El fabricante del pavimento de granito recomendó al Ayuntamiento la realización, primero, de una limpieza específica no abrasiva, y a continuación un tratamiento hidrofugante seguido de la aplicación de oleoprotector, aunque en este último caso sólo en la calzada.
La limpieza inicial se ha realizado con maquinaria especializada y productos no abrasivos, para eliminar así los restos de grasa, cera de velas, combustibles... y también para dejarla apta para los dos tratamientos, que se aplican de manera manual, con cepillado. El primero, el hidrofugante, además de proteger realza el color del granito, mientras que en el segundo se aplica un producto que repele los aceites.
El contrato “Tratamiento de protección del pavimento de las calles General Lacy y Almoraima” se ha adjudicado a la empresa Guamar SA por 79.129,35 euros más IVA. El plazo de ejecución se ha fijado en dos meses. El presupuesto inicial se situaba en 111.170 euros más IVA.
En el contrato original de “Rehabilitación de las calles General Lacy y Almoraima” se estipulaba en lo referente a la pavimentación de ambas calles que se optaba por crear una zona de calzada, de uso compartido, seguida de las aceras. La calzada está formada por un pavimento de adoquín granito gris de dimensiones similares al existente anteriormente, confinado a ambos lados por dos adoquines de granito color amarronado a modo de encintado. En el centro de la calzada, marcando el eje, se colocan dos adoquines de granito gris con pendiente hacia el centro para conducir las aguas de lluvia. El resto del espacio de la calle está formado por aceras de losas de granito gris, donde se ha colocado el mobiliario urbano formado por bancos, papeleras, alcorques y pilonas, para evitar atropellos.