de San Roque
El patio de Palacio de los Gobernadores, sede del Museo Luis Ortega Brú, acogió anoche la proyección de un vídeo inédito de Ángel Ortega, hijo del escultor. Antes, tuvo lugar una visita guiada al museo dedicado al insigne imaginero sanroqueño.
La Delegación Municipal de Cultura, que dirige la concejal Ana Ruiz, organizó estas actividades para rendir homenaje a Luis Ortega Brú, considerado el más importante imaginero del siglo XX, con motivo de los 105 años de su nacimiento.
Se trataba de la segunda de las iniciativas que se van a desarrollar en San Roque, a la que se suma la desarrollada en la mañana de ayer jueves en la que el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, junto a un nieto del escultor sanroqueño, Lucas Ortega, descubrieron una escultura en el cementerio de San Miguel en homenaje al insigne escultor sanroqueño.
La obra inaugurada es obra del escultor sevillano Francisco Javier Fariñas Romero. Consiste en un monumento que representa el tronco del ciprés del que emerge el rostro del Cristo de la Buena Muerte aún con las huellas de la gubia de Ortega Brú y en la parte inferior del tronco aparecen las manos del imaginero sanroqueño sujetando la gubia, en pleno proceso de creación.
La actividad de la tarde de ayer en el Palacio de los Gobernadores tuvo una duración aproximada de una hora y media, comenzando a las 20.30 horas. Durante la visita a las salas dedicadas a Ortega Brú se escuchaba música de Semana Santa y se podía oler a incienso, mientras que la proyección del vídeo inédito de Ángel Ortega en el patio fue con todos los participantes sentados, el vídeo realizado por la Empresa Multimedia, fue grabado meses antes del fallecimiento de Ángel Ortega.
Luis Ortega Brú nació en San Roque el 16 de septiembre de 1916, y falleció en Sevilla en noviembre de 1982. Fue un imaginero y escultor español.
Su padre era un alfarero, que influyó en que desde bastante pequeño se dedicase a modelar figuras en barro, lo que le llevó a decir que “sus principios fueron la alfarería y la cerámica”. En el año 1931, estudia escultura en la escuela de Artes y Oficios de La Línea de la Concepción, y en 1934 recibe clases de dibujo con el maestro y poeta de San Roque José Domingo de Mena. La Guerra Civil marcó su trayectoria, ya que sus padres fueron fusilados durante la contienda y él, que también militó en el bando republicano, fue condenado en 1940 a tres años de prisión por un delito de auxilio a la rebelión.
En el año 1944 se trasladó a Sevilla, matriculándose en la Escuela de Artes Aplicadas. En esta ciudad comenzó a ser conocido en los círculos artísticos, realizando su primera exposición en 1949. En 1952 recibió el primer Premio Nacional de Escultura por “La Piedad”. En 1955 se trasladó a Madrid como maestro escultor de los Talleres Arte de Granada, abriendo posteriormente un taller propio en la capital. En 1978 regresó a Sevilla, trabajando en el taller de Guzmán Bejarano.
Está considerado el más grande imaginero español del siglo XX, y también uno de los más importantes escultores de la segunda mitad de dicho siglo, como se puede comprobar en las salas dedicadas a él en el Palacio de los Gobernadores.