Taraguilla acogió la primera sesión de la II Muestra de Cine de Verano

La teniente de alcalde delegada de Cultura, Dolores Marchena, quien asistió a la sesión junto a los ediles María Teresa Benítez y Juan Serván, dio la bienvenida al público asistente y señaló que “este ciclo irá pasando por todas las barriadas. Aunque esta iniciativa comenzó el año pasado,por cuestiones técnicas no pudo ofrecerse en todos y cada uno de los núcleos de población”.

Agradeció Marchena al concejal Juan Serván, vecino de Taraguilla, su colaboración para llevar este año la muestra a la barriada, así como el trabajo de Sergio Galea, promotor de la idea y miembro de la Asociación Gotea. Tras desear a los más pequeños que disfrutaran de la sesión, la edil invitó a los presentes a acudir a las delegaciones que dirige (Cultura, Turismo y Bibliotecas) para impulsar cualquier idea que tengan.

Por último, Dolores Marchena quiso destacar que la barriada de Taraguilla contará muy pronto con una biblioteca que dispondrá de zona wifi. “Se trata de otro de los proyectos en los que estamos trabajando, y en el que se suma el Equipo de Gobierno y Juan Serván, al que quiero agradecerle especialmente su colaboración de nuevo”, finalizó.

La II Muestra de Cine de Verano continúa esta noche a las 23.00 horas en el Campo de Fútbol de Pueblo Nuevo; mañana jueves a las 22.00 en la Plaza 28 de Febrero de Campamento; el viernes 19, a las 22.00 en el Edificio El Áncora de Puente Mayorga; el lunes 22 a las 22.00 horas en el Recinto Ferial de Guadiaro; el martes 23, a las 22.00 en la Plaza de San Bernardo de la Estación de San Roque; el miércoles 24 a las 22.00 horas en el Parque Infantil del Paseo Marítimo de Torreguadiaro; y el viernes 26 a las 22.45 en San Roque Casco, concretamente en el Museo Municipal de la calle San Felipe, dentro de los actos de la Noche Blanca.

Las proyecciones son gratuitas y de unos 60 minutos de duración. Las películas, alrededor de una decena por sesión, son de corta duración y suelen tener doble lectura: por un lado, son divertidas para los más pequeños, pero a la vez llevan un mensaje al que acceden los niños de mayor edad y los adultos.

Los cortometrajes se proyectan en una pantalla hinchable montada en distintos espacios públicos. Los más jóvenes disfrutan de la “zona chill-out”, un césped artificial salpicado de pufs hinchables, mientras que los demás asistentes pueden ver las películas sentados en sillas.