Segunda campaña de búsqueda de asesinados en el Cementerio de San Roque durante la Guerra Civil

Lunes, 7 Octubre 2024

Un equipo de arqueólogos está realizando excavaciones en el Cementerio de San Miguel, en San Roque Ciudad, para certificar la existencia de fosas con restos de asesinados durante la Guerra Civil que se sumen al esqueleto hallado en 2023 con impactos de bala. Por ahora se han encontrado cuerpos que podrían corresponder a represaliados, y cables sospechosos de haberse usado para maniatar a las personas fusiladas.

El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, y la teniente de alcalde y presidenta de la Comisión Municipal de Memoria Democrática, Ana Ruiz, han visitado este lunes el Cementerio de San Miguel, en San Roque Ciudad, donde un equipo de arqueólogos está realizando excavaciones para encontrar restos de personas fusiladas durante la Guerra Civil gracias a una subvención solicitada por el Ayuntamiento. Aunque todo indica que en el pasado se intentó dificultar una búsqueda de este tipo, existen indicios de que podrían hallarse huesos de represaliados que se sumen a los de una persona que fue localizada en 2023 con impactos de bala.

Ruiz Boix explicó que en esta segunda campaña en el Cementerio de San Miguel se han encontrado algunos restos que podrían tener signos de violencia, así como cables que probablemente se usaron para atar a estas víctimas antes de ser fusiladas. Destacó que también hubo una “clara estrategia para dificultar su búsqueda, porque sobre ellos se han encontrado enterramientos de personas que no sufrieron violencia”. Recalcó el alcalde que estos trabajos están siendo realizados por “un equipo de especialistas y con todo el respeto a este lugar, al que vienen personas a diario” para visitar a sus seres queridos.

Explicó que la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) concedió a la Comisión de Memoria Democrática del Ayuntamiento de San Roque una subvención de más de 25.000 euros para llevar a cabo estos trabajos. Lamentó Ruiz Boix que, con el nuevo gobierno del PP en la FEMP, este año no se haya renovado esta línea de ayudas a las entidades locales, y recalcó que lo mismo ocurre en la Diputación de Cádiz, con la popular Almudena Martínez al frente.

Recordó que en el Congreso de los Diputados se refrendó una Ley de Memoria Democrática que está por encima de las “leyes de concordia” aprobadas por el PP y Vox en comunidades autónomas como Aragón, Castilla y León, Extremadura y Comunidad Valenciana con el objetivo, sostiene, de “tapar los 40 años de asesinatos y atrocidades que cometió el dictador Franco”. Estas excavaciones, dijo el alcalde, tan sólo pretenden dar luz sobre la suerte de “unas personas libres que lucharon por la democracia y por su país, y que tuvieron su final en la tapia de un cementerio”.

Apuntó que esta campaña de estas excavaciones, para la que se cuenta con la colaboración de entidades como el Foro por la Memoria Histórica del Campo de Gibraltar, pueden demostrar que en San Roque también ocurrieron estos asesinatos. Recordó el alcalde que de estos fusilamientos existe testimonio escrito en el libro “Pretérito Imperfecto” del prestigioso psiquiatra Carlos Castilla del Pino, quien siendo todavía menor “vio cadáveres amontonados siendo enterrados en fosas comunes”.

El responsable de las excavaciones, el arqueólogo Jesús Román, explicó que en 2003, y tras una búsqueda inicial por georradar, se pudo localizar en el Cementerio de San Miguel “un cuerpo con claros indicios de muerte violenta, al estar boca abajo, con restos de amarres y con impactos de proyectiles en cráneo y pelvis”. El cuerpo fue exhumado para su estudio y se tomaron muestras para la posible localización de familiares vivos que permitan su identificación.

A través del Ayuntamiento de San Roque se solicitó a la FEMP y al Ministerio de Presidencia una nueva subvención, que es la que ha permitido poner en marcha este proyecto. Explicó el arqueólogo que por ahora “no hay constatación factible de restos de represaliados”, aunque hay sospechas referentes a dos cuerpos. Lo que sí se han encontrado son “alambres y cables (para maniatar a los fusilados) que dan a suponer la existencia de una fosa”, aunque el terreno se encuentra “bastante alterado por enterramientos posteriores”.

Destacó Román que se está realizando esta labor intentando no molestar a las personas que se acercan cada día al cementerio, dejando una zona de seguridad para que puedan acceder sin problemas a los nichos. También indicó que, ante la proximidad de la festividad de Todos los Santos, “se vallarán bien” los lugares de las excavaciones “para que las personas que vengan hagan sus visitas de forma normal”.

En cuanto a los sentimientos que despierta esta labor en un profesional de la Arqueología, Román destacó que “esto no es una necrópolis árabe o romana. Muchas veces siguen vivos los hijos de estas personas, y ellos y sus nietos llegan con fotos que sirven para ponerles cara. Es duro comprobar que hay indicios de muertes violentas, huellas de proyectiles. Al final te llevas todo eso a casa”.