de San Roque
San Roque se une al llanto de Algeciras por la muerte del genial guitarrista Paco de Lucía, quien ha sido enterrado hoy en la ciudad que lo vio nacer hace 66 años. El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha representado a los sanroqueños en el funeral que se ha llevado a cabo en la Parroquia de la Palma, y también pasó por la capilla ardiente junto a otras autoridades, entre ellas la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
El regidor sanroqueño también saludó a su homólogo algecireño, José Ignacio Landaluce, al que transmitió el pesar de San Roque por el fallecimiento de quien, probablemente, ha sido el mejor guitarrista flamenco de todos los tiempos.
Por la capilla ardiente, montada en el Ayuntamiento de Algeciras, han desfilado miles de personas, y también ha sido multitudinaria el funeral y el entierro, que se ha llevado a cabo en el cementerio antiguo de Algeciras.
Paco de Lucía nació en el barrio algecireño de La Bajadilla en 1947, y falleció el miércoles en Cancún (México) por un infarto. Recibió, entre otros muchos galardones, el Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1992), la Distinción Honorífica de los Premios de la Música (2002), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2004).4 Fue Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz y por el Berklee College of Music, distinción concedida en mayo de 2010.
Aunque casi toda su obra se desarrolla en el flamenco, grabó algunos trabajos en otros estilos, como la música clásica, la fusión de flamenco con el jazz y otros estilos musicales.
La mayor contribución de Paco de Lucía al flamenco es la de haber conseguido popularizarlo e internacionalizarlo, aunque ello haya supuesto muchas veces una merma de la pureza en el toque. Está considerado como un espléndido intérprete por su virtuosismo y su personalísimo estilo, que se puede definir como vigoroso y rítmico. Este estilo se manifiesta en la calidad de numerosas obras del artista. Entre ellas, “Entre dos aguas” (rumba), “La Barrosa” (alegrías), “Barrio la Viña, Homenaje al Niño Ricardo” (soleá), “Almoraima” (bulerías), “Guajiras de Lucía” y “Río Ancho” (rumba).
Es importante además el esfuerzo que ha realizado este artista por dar a conocer el flamenco al público de fuera de España y el haberse atrevido a “darle otro aire” mezclándolo con otros estilos, que, aunque de estructuras melódicas y rítmicas diferentes, pueden congeniar bien con él. Paco de Lucía ha abierto el camino para este tipo de experimentaciones y fusiones del flamenco con diversas músicas.
Otro aporte de Paco de Lucía al arte Flamenco contemporáneo ha sido la inclusión del cajón. Este instrumento de la música afroperuana es conocido por Paco de Lucía en Perú a fines de los años 70, de manos de Carlos "Caitro" Soto de la Colina, cajonero y compositor peruano. Paco de Lucía intuye y entiende, al conocer este instrumento peruano, que puede ser una solución a la permanente necesidad de percusión que requiere el flamenco, y lo añade, en complicidad con Rubem Dantas, a los elementos percusivos utilizados en su sexteto de entonces, convirtiéndose el cajón desde ese momento y con el paso del tiempo en un instrumento imprescindible del arte flamenco contemporáneo y luego, de otras corrientes musicales internacionales.