de San Roque
El Ayuntamiento ha acometido la reparación de la pasarela de madera del sendero del estuario del río Guadiaro, con el objetivo de poner en valor este espacio natural. Además de sustituir las barandillas y baldas de madera que están deterioradas y de clavar las que se mueven, se está llevando una limpieza de vegetación para facilitar el tránsito de las personas y, también, para aumentar el campo de visión y poder así disfrutar de la belleza de este paraje natural.
El teniente de alcalde delegado de Medio Ambiente, Juan Serván, ha inspeccionado los trabajos que se realizan en el sendero junto al teniente de alcalde de Infraestructuras y Obras, Óscar Ledesma. Serván ha explicado que “esta pasarela lleva años cerrada al público porque una parte de ella salió ardiendo. Teníamos la duda de si la reparación correspondía a la Junta de Andalucía o al Ayuntamiento, pero al final con los treinta trabajadores que han entrado hace unos días con el plan de empleo de Emadesa estamos trabajando para poner esta pasarela en funcionamiento”.
Señaló que “es un sitio muy bonito y con mucha fauna y vegetación autóctona, y ahora lo podrán disfrutar los vecinos del municipio, con acceso prácticamente hasta el río. Cuando pase la pandemia de coronavirus, desde la Delegación de Medio Ambiente empezaremos a organizar visitas guiadas con los colegios, porque muchos niños sanroqueños desconocen que existe este paraje natural debido al tiempo que el sendero lleva cerrado”.
El acceso a la pasarela que conforma el sendero se encuentra en la calle Jaime el Conquistador, poco antes del puente sobre el río Guadiaro cerca de Puerto Sotogrande. El paraje natural del estuario del río Guadiaro tiene 35 hectáreas de extensión, de las que se protegieron inicialmente 27 en 1989 y se ampliaron en otras 8 hectáreas en 2013. Este enclave también ha sido declarado Zona de Especial Protección para las Aves en 2002 y en la modificación de 2013 quedaba declarado también cono Zona de Especial Conservación (ZEC) y su integración en la Red Natura 2000.
La flora es típicamente de zonas ribereñas de la región mediterránea, con juncos, castañuelas, carrizos, tarajes, lentiscos, zarzas, acebuches y fresnos. Estas marismas son muy usadas por aves de paso en las migraciones a través del Estrecho, por lo que se pueden encontrar la garceta común, la garza real, la garza imperial, la espátula, el flamenco común, el águila pescadora, el correlimos tridáctilo, el correlimos común, el archibebe común, el vuelvepiedras, el charrán patinegro y la pagaza piconegra. Dentro de las especies residentes en el entorno destaca la presencia de la nutria y la lamprea marina, ambas fuertemente amenazadas.