Reapertura, el próximo jueves 11, de la sala Ortega Brú

Jueves, 4 Septiembre 2025

Tras varios meses de trabajo, el próximo jueves 11 se reabrirá al público la Colección Ortega Brú del Museo Municipal de San Roque, situada en el Palacio de los Gobernadores. La principal novedad es el relieve que el artista sanroqueño talló para la capilla de San Felipe Neri.

La teniente de alcalde delegada de Cultura, Ana Ruiz, ha informado sobre la reapertura, el próximo 11 de septiembre a las 20.00 horas, de la Colección Ortega Brú del Museo Municipal San Roque, que se ubica en la planta baja del Palacio de los Gobernadores.

Recordó la edil que en estos días se celebra el aniversario del nacimiento del artista sanroqueño, nacido el 16 de septiembre de 1916. “Se ha trabajado -dijo- durante meses para adecuar la colección a estándares expositivos más contemporáneos. Además de la renovación de la panelería, en las salas del museo podrán encontrar algunas obras nunca antes expuestas que se conservaban en almacén y que ahora se muestran al público. Tanto en la sala de imaginería como en la de vanguardias se podrán ver interesantes creaciones poco conocidas”.

Destacó Ana Ruiz que “la obra más relevante y que más tiempo ha llevado ha sido la inclusión dentro de la colección del relieve que Luis Ortega Brú talló para la capilla-mausoleo de San Felipe Neri. Una obra que realizó en torno a 1958-1960 y que estaba destinada a un exterior”.

“Tras el derribo de la capilla-mausoleo -continuó- se fueron barajando distintas ubicaciones para esta pieza. Finalmente hemos aprovechado esta remodelación para recuperarla colocándola en diálogo con las obras conservadas en el Museo Municipal y de esta forma ampliar la imagen y el conocimiento que se tiene de la obra de Luis Ortega Brú, haciéndola accesible al público general que visita el Museo”, finalizó la teniente de alcalde.

El Museo Municipal Sección Luis Ortega Bru es una seña de identidad más de San Roque desde que fuera inaugurado en mayo de 2001, y su creación fue posible gracias al desaparecido Manuel González, quien donó la totalidad de las casi 200 obras, actualmente propiedad municipal, y que durante años estuvieron almacenadas en una nave industrial de la localidad madrileña de Vicálvaro. González fue el mecenas del artista desde 1970 a 1978, y falleció en septiembre de 2002.

En estas obras se aprecia como el artista asimila y maneja los más diversos planteamientos y estilos plásticos, desde la imaginería barroca, hasta las nuevas tendencias abstractas y expresionistas.

Una de las obras más importantes de este museo es “La Piedad”. Está esculpida en madera policromada y fue restaurada por el hijo del artista, Luis Ángel Ortega León.

“La Resurrección” es otra obra original que se expone en una de las salas. Está compuesta por cinco figuras representando la escena de la resurrección de Cristo. Su realización es en madera de cedro y el artista no llegó a realizar el policromado.

Luis Ortega Brú (San Roque, 16 de septiembre de 1916 - Sevilla, 21 de noviembre de 1982) fue un imaginero y escultor sanroqueño. Su padre era un alfarero, que influyó en que desde bastante pequeño se dedicase a modelar figuras en barro, lo que le llevó a decir que "sus principios fueron la alfarería y la cerámica".

En el año 1931 estudió Escultura en la Escuela de Artes y Oficios de La Línea de la Concepción, y en 1934 recibió clases de dibujo con el maestro y poeta de San Roque, José Domingo de Mena.

La Guerra Civil marcó su trayectoria, ya que sus padres fueron fusilados durante la contienda y él que también militó en el bando republicano. Fue condenado en 1940 a tres años de prisión por un delito de auxilio a la rebelión.

En el año 1944 se trasladó a Sevilla, matriculándose en la Escuela de Artes Aplicadas. En esta ciudad comenzó a ser conocido en los círculos artísticos, realizando su primera exposición en 1949.

En 1952 recibió el primer premio nacional de Escultura por "la Piedad". En 1955 se trasladó a Madrid como maestro escultor de los Talleres Arte de Granada, abriendo posteriormente un taller propio en la capital. En 1978 regresó a Sevilla, trabajando en el taller de Guzmán Bejarano.