de San Roque
A pesar de que el pasado miércoles, 1 de septiembre, maquinaria contratada por el Ayuntamiento procedió a la apertura de la bocana del río Guadiaro, en el día de hoy, viernes, se ha vuelto a abrir la desembocadura con el objetivo de evitar un desastre medioambiental y sanitario. Desde el Consistorio se ha vuelto a reclamar a las administraciones competentes una solución definitiva a un problema recurrente cada verano que, además, genera gasto a las arcas municipales.
Hay que recordar que el alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha reclamado en numerosas ocasiones una solución definitiva a este cierre de la bocana, que se repite cada verano desde hace años sin que intervenga ninguna otra administración. El primer edil sostiene que es competencia de la Junta de Andalucía, según lo establecido en un informe de 2017 de la Abogacía del Estado, con el añadido de que el paraje del estuario del río Guadiaro se incluye en la Red Natura 2000, que gestiona la Consejería de Desarrollo Sostenible.
El teniente de alcalde delegado de Medio Ambiente, Juan Serván, ha presenciado la apertura de la bocana realizada hoy. El edil ha explicado que “en total, la maquinaria contratada por el Ayuntamiento lleva trabajado esta semana cuatro días en la bocana del río Guadiaro: martes y miércoles, y ahora jueves y viernes”.
“Y -apuntó Serván- no es que el miércoles se hiciera un trabajo deficiente, ya que se abrió la bocana varios metros. Lo que ocurre es que las corrientes y el viento están empujando gran cantidad de arena a la desembocadura, por lo que se cerró en apenas unas horas”.
Para el edil “estas aperturas por parte del Ayuntamiento no son más que un remedio temporal y un gasto importante para una cuestión que, además, no es de nuestra competencia. Es necesario que Administración Central y Junta de Andalucía se sienten a hablar y tomen las decisiones que haya que tomar, porque la solución estoy seguro que no se encuentra en el estuario del Guadiaro, sino que habrá que ver por qué se llega a esta situación y cómo ponerle remedio”.
“Mientras tanto -añadió- estamos resignados a tener que actuar por nuestra cuenta aunque no nos corresponda, porque no vamos a dejar que mueran los peces por falta de oxígeno y, además del problema medioambiental, se genere otro sanitario. Por no hablar de la mala imagen turística que podría suponer, ya que estamos hablando de una parte de Sotogrande que en estos meses de verano recibe muchos visitantes”, concluyó el teniente de alcalde.
En lo que va de verano, el Ayuntamiento ha tenido que contratar maquinaria pesada en cuatro ocasiones para reabrir la bocana, siendo las anteriores el 23 de julio, el 9 de agosto y a comienzos de esta semana durante dos jornadas. En todos los casos, una retroexcavadora ha retirado la arena que impedía la salida al mar del agua del río Guadiaro, mientras que un camión volquete transportaba el material a cierta distancia.
El taponamiento de la bocana del Guadiaro es una cuestión recurrente cada verano por el poco caudal del río. Una vez cerrada la desembocadura, la apertura debe hacerse en pocos días, debido a que la falta de oxígeno provoca la muerte de peces, un problema medioambiental que se puede convertir en sanitario ya que el río desemboca junto a una urbanización situada en Sotogrande.