de San Roque
Efectivos del Regimiento de Artillería antiaérea I-74 (Grupo SAM) de San Roque, han realizado esta mañana preparativos para la celebración de los actos conmemorativos en la Ciudad con motivo de la festividad del 2 de Mayo. El acto tendrá lugar a las 18 horas del lunes 2 de mayo en la plaza de las Constituciones.
Se trata del tercer año que San Roque acoge varios actos militares, entre los que se incluye un desfile militar, por el Dos de Mayo, en homenaje a los héroes de la Guerra de Independencia, así como una Jura de bandera Civil. Los actos coinciden, también, con la conmemoración de los 500 años de Santa Bárbara como patrona de la Artillería.
Los actos tendrán lugar entre la Alameda Alfonso XI y la Plaza de las Constituciones, lugares en los que los militares han visitado esta mañana junto a técnicos del Ayuntamiento y de la empresa Multimedia para la preparación de las actividades.
El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ha tenido la oportunidad de saludar a las puertas del Ayuntamiento a los mandos militares que preparaban el evento, a los que ha confirmado su asistencia al mismo.
Como cada año, el 2 de mayo, el Grupo de Artillería Antiaérea, ubicada en el Acuartelamiento Cortijo Buenavista, en Campamento, celebra el acto conmemorativo en homenaje a todos aquellos que cayeron por la Patria y que lucharon por esa rebelión, que comenzó siendo popular frente a la invasión del ejército francés en España.
Esta efeméride se celebra en la Plaza de las Constituciones de San Roque, por lo que desde el Ayuntamiento de San Roque se invita a asistir de nuevo a todos los sanroqueños y campogibraltareños en este homenaje el próximo mes de mayo.
El levantamiento del 2 de mayo de 1808 es el nombre por el que se conocen los hechos acontecidos ese año en Madrid, producidos por la protesta popular ante la situación de incertidumbre política derivada tras el motín de Aranjuez. Posteriormente a que se reprimiera la protesta por las fuerzas napoleónicas presentes en la ciudad, por todo el país se extendió una ola de proclamas de indignación y llamamientos públicos a la insurrección armada que desembocarían en la guerra de la independencia española.
Mientras se desarrollaba la lucha, los militares españoles, siguiendo órdenes del capitán general Francisco Javier Negrete, permanecieron acuartelados y pasivos. Sólo los artilleros del Parque de Monteleón desobedecieron las órdenes y se unieron a la insurrección. Entre los insurrectos de mayor graduación de aquella jornada destacaron los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde, que asumieron el mando por ser los más veteranos, aunque sucumbieron en los combates.