de San Roque
El escritor Santiago Posteguillo ofreció en la tarde de ayer, miércoles, una brillante conferencia en el marco del 38 Curso de Verano de la Universidad de Cádiz (UCA) en San Roque. Bajo el título “La construcción de una novela histórica entretenida: la resurrección de Roma”, el autor valenciano habló sobre su método de trabajo, basado en una intensa documentación, y destacó su reto de introducir en sus textos personajes femeninos relevantes y creíbles.
Esta conferencia es la tercera y última de las extraordinarias programadas en esta edición del Curso de Verano, tras la inaugural de Javier Solana y la de la José Chamizo, ambas la semana pasada. Posteguillo habló ante una sala repleta de lectores de sus novelas, quienes disfrutaron de su amena forma de describir su trabajo, que salpicó de anécdotas que han sido claves para tejer sus historias sobre personajes como Escipión el Africano o el emperador Trajano.
Hay que señalar que muchos de los asistentes participaron previamente en una visita guiada extraordinaria por el Enclave Arqueológico de Carteia, a la que asistió la teniente de alcalde Mónica Córdoba. Al finalizar la charla, gran parte del público pudo intercambiar unas palabras con el autor mientras les firmaba sus libros.
La teniente de alcalde delegada de Cultura, Dolores Marchena, y la delegada del rector de la UCA en el Campus Bahía de Algeciras, Inmaculada Santiago, fueron las encargadas de la presentación. Marchena señaló que esta conferencia había sido “muy trabajada”, y dijo que “llevamos mucho tiempo queriendo que estuviera aquí”. Una vez que concluyó la intervención de Posteguillo, coincidió con buena parte del público en calificar de “brillante” su ponencia.
Inmaculada Santiago, por su parte, recordó la importancia del esfuerzo común del Ayuntamiento y la UCA para sacar adelante cada año los cursos de verano de San Roque, y destacó el apoyo recibido de distintas empresas para una cita académica que ha incluido este año 13 actividades formativas, 120 ponentes y unos 300 alumnos.
En cuanto a Santiago Posteguillo, dijo que “mezcla erudición y pasión por la historia con la ficción”, de manera que consigue “tramas bien trazadas y personajes bien definidos”. Por ello, “la lectura es dinámica y entretenida”, por lo que su conferencia era un estupendo “broche final” tras las de Solana y Chamizo.
El escritor comenzó su conferencia explicando que la diferencia entre un manual de Historia y una novela histórica es que el primero “explica la historia”, mientras que la segunda “la hace revivir”. Sostuvo que “hago literatura de entretenimiento, y a mucha honra”, de manera que intenta que sus libros “sean de calidad, pero siempre entretenidos”.
Señaló que utiliza para documentarse fuentes primarias, secundarias y experimentales. En cuanto a las primarias, se refiere a autores de la época, como Polibio o Tito Livio, intentando siempre hacer más caso al que considere más neutral cuando se encuentra con testimonios contradictorios sobre un mismo hecho. Sin embargo, en estas fuentes siempre existe una tara: son hombres que hablan sobre hombres, cuando siempre ha habido mujeres relevantes de las que se desconoce casi todo.
En cuanto a los vacíos históricos “son un problema para el historiador, pero son una oportunidad para el escritor”, porque puede “hacer giros, introducir misterios”, aunque siempre basándose en una documentación que permita darle verosimilitud a esa ficción. Además, tiene que contrarrestar las situaciones inverosímiles, aunque hayan sucedido en la realidad, para que el lector las crea. Y, sobre todo, tiene que ser muy cuidadoso con lo que escribe, porque “ha habido una evolución importante en el nivel de exigencia” de los lectores, que muchas veces contrastan en diversas fuentes los hechos que relata en sus novelas.
Habló también sobre distintas experiencias vividas, como cuando se le obligó, sin haberlo preparado y mucho menos esperado, a ejercer de guía en una visita al Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. O cuando visitó un parque natural de Transilvania, donde pudo contrastar que los movimientos de tropas que según diversas fuentes realizó Trajano en una campaña contra los dacios, a pesar de ser en principio poco lógicos, tenían una explicación razonable debido a la climatología de la zona.
También habló Posteguillo de lo que denomina “la documentación sorpresa”, esos datos que se encuentran cuando no se buscan y que sirven para darle más vida a la novela. Como ejemplo puso un método del antiguo Egipto para saber si las mujeres estaban embarazadas, que recientemente se ha comprobado en una universidad norteamericana que tenía un nivel de acierto del 75%.
En definitiva, se trata de un proceso de documentación muy exhaustivo, que provoca que sus libros salgan con un intervalo de entre dos años y medio y tres años. De hecho, dejó a entender que pronto publicará una nueva novela, ambientada también en Roma. Asimismo, dijo que no veía que sus historias tuvieran cabida en el cine “porque se perdería mucho por el camino”, pero sí en series de televisión. Y avanzó que estaba trabajando con un guionista y con un director para una serie que, para llevarse a cabo, deberá obtener antes financiación internacional, ya que su alto coste no podrá ser asumido por la industria española.
Santiago Posteguillo hizo numerosas referencias a su reto de introducir personajes femeninos de importancia para la trama. Reconoció que “no es tan fácil meterte en la piel de otro género”, y que de hecho él había caído en sus inicios en el error de minusvalorarlas debido a que se “había dejado llevar por las fuentes primarias”.
“Para recuperar a la mujer de la historia -considera- hay que esforzarse más, pero es apasionante”. En este sentido, destacó que si bien Trajano era el hombre más poderoso del mundo en su época, la emperatriz madre de China era igual de poderosa que él. Admitió también que nunca va a reflejar a una mujer feminista, porque en la antigua Roma no existían los conceptos que se asocian a este fenómeno, que se desarrolló en Occidente entre el siglo XIX y el XX.
Santiago Posteguillo es filólogo, lingüista y doctorado europeo por la Universidad de Valencia. Estudió literatura creativa en la Universidad de Denison, en Granville (Ohio, Estados Unidos) y lingüística y traducción en Gran Bretaña.
Es profesor titular en la Universidad Jaume I de Castellón, donde imparte clases de literatura inglesa, especialmente de la narrativa del siglo XIX , prestando atención, a su vez, al teatro isabelino y la relación entre la literatura inglesa y norteamericana con el cine, la música y otras artes.
Publicó su primera novela, “Africanus: el hijo del cónsul”, en el año 2006 y con ella comenzó la trilogía sobre Escipión el Africano, general romano que venció a Aníbal en la Batalla de Zama. La segunda parte “Las legiones malditas” fue publicada en 2008, y al año siguiente apareció el último libro de la trilogía: “La traición de Roma”. Convertido en superventas, en 2009 se reeditaron las tres novelas.
En el año 2010 comienza una nueva trilogía con la publicación de “Los asesinos del emperador”, descrito con un trepidante pulso narrativo destinado a trasladar al lector a la Roma imperial de los césares, con su posterior decadencia, hasta llegar al ascenso al trono del primer emperador de origen hispano: Trajano. La trilogía que comenzó con este superventas, continúa con “Circo Máximo”, publicado el 29 de agosto de 2013, un relato impactante y descomunal, donde Trajano, siendo ya emperador, debe enfrentarse a un río de problemas: batallas, conspiraciones, corrupción, acusaciones falsas o complicaciones amorosas, en el que nos veremos sorprendidos por acontecimientos como la conquista de la Dacia, o la construcción del puente más largo del mundo antiguo. El 24 de febrero de 2016, lanzó el desenlace de la trilogía de Trajano, titulada “La Legión Pérdida”.