Pablo Herrera y Adrián Gavira cambiarán de entrenador de cara los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020

Miércoles, 21 Noviembre 2018

La pareja nacional de voleibol formada por el castellonense y el sanroqueño, Pablo Herrera y Adrián Gavira, ponen fin a una longeva y exitosa etapa a las órdenes de Sixto Jiménez y a partir de enero empezarán a preparar un importante año, con los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 en mente con un nuevo entrenador.

VOLEY PLAYA GAVIRA 21 NOVIEMBRE 2018

Sixto Jiménez empezó a entrenar con Herrera cuando éste tenía 18 años y con Gavira años más tarde, siendo entrenador de la pareja en las últimas diez temporadas, y dice que se va muy satisfecho porque ha sido un año increíble; de hecho no pensaron que iría tan bien. La suerte que faltó otros años, este año sí la han tenido y eso ha permitido ganar finales de sets.

Para la dupla internacional, Sixto Jiménez les ha enseñado a no perder el tiempo en ningún entrenamiento y aprovechar al máximo cada jugada. Por lo citado y muchas más cosas, ambos deportistas le estarán agradecidos por toda la dedicación que ha puesto siempre en el equipo.

Pero sin lugar a dudas, la clave del éxito de la pareja Herrera-Gavira es, en palabras de su ya ex entrenador, “el respeto y el compromiso que nos hemos tenido siempre los tres”. “Ha habido muchísima profesionalidad en todos estos años y mucha competitividad. Así, cuando no han estado muy bien siempre han dado un poco más y, además, se tienen mucho respeto. Adrián admira a Pablo y Pablo respeta al máximo a Adrián. Nunca se recriminan nada y, como él mismo ha dicho muchas veces, es un matrimonio pero sin amor.

Adrián Gavira cuenta al respecto de la marcha de su entrenador de casi toda la vida que “ha sido un orgullo trabajar con Sixto. Gracias a él somos lo que somos. Nos ha llevado a pelear con los mejores del mundo y siempre ha venido cada día a cada entrenamiento con ganas e ilusión.

Ahora empieza otra etapa que afrontamos con muchas ganas y con la vista puesta en la clasificación olímpica, pero sabiendo que Sixto siempre estará ahí como un gran amigo y parte de este equipo”.

El de San Roque admite que le tiene mucho aprecio porque le ayudó a entender de verdad que si quería conseguir algo tenía que ser sufriendo en cada entrenamiento y eso le hizo ser más competitivo.

Siempre ha sabido que los ha apreciado mucho, pero cuando se clasificaron para los Juegos Olímpicos de Londres, en la gala de inauguración Adrián se quedó mirando a la grada con la sensación de que había logrado su sueño y Sixto le estaba observando con una mirada de ‘lo has conseguido’. Gavira admite que siempre le transmitió muchas cosas, una de ellas que no sólo eran su equipo sino parte de su familia”.