de San Roque
El Museo Municipal de San Roque acogió ayer, miércoles, una Cata de Vino Romano en el Museo, dentro del Proyecto Baética de Producción y Consumo de Vino en Época Romana. La iniciativa tuvo un gran éxito de acogida, superándose las previsiones de la Delegación de Cultura, que ya tiene en mente poder repetir esta experiencia en breve.
Aunque el aforo de esta actividad en principio se cerró en 40 comensales, la Delegación de Cultura hizo una excepción dado el éxito de acogida que tuvieron las reservas, cuyo cupo se agotó rápidamente, permitiendo que finalmente fueran 50 los participantes que se dieron cita en un marco incomparable como el Museo de Carteia.
La teniente de alcalde de Cultura, Dolores Marchena, ha destacado el éxito de convocatoria del Proyecto Baética de Producción y Consumo de Vino. La edil indicó que “los presentes pudieron hacer una degustación de paté de Garum y del vino romano para captar los aromas, sabores y, en definitiva, la gastronomía de esta época a la que estamos tan ligados por la ciudad Púnico-Romana de Carteia”.
“Debido a la gran afluencia que hemos tenido en la primera vez que se realiza esta actividad -reconoció Marchena- vamos a poner en marcha una segunda cata de vinos de la época romana en una fecha muy próxima”.
La Cata de Vino Romano, dentro del Proyecto Baética de Producción y Consumo de Vino en Época Romana, tenía un precio de 5 euros, previa reserva al 956780106 ext 2410, o al correo museosanroque@sanroque.es.
En la antigua Roma, el vino adquirió una importancia fundamental, no solo desde el punto de vista agrícola y de consumo, sino principalmente desde el punto de vista social.
Los Romanos desarrollaron el arte de la viticultura a partir de la introducción en la Península Itálica de esta producción por griegos y etruscos. La producción del vino en la Península Ibérica fue introducida por los griegos, aunque el desarrollo de los viñedos y su proliferación se produciría durante la república y sobre todo durante el Imperio Romano.
La red de calzadas y el control sobre las vías comeriales marítimas, hizo que el comercio del vino (entre otros productos), se extendiera por todo el mediterráneo.
Estrabón ya hablaba de la belleza de los viñedos de la Bética en su obra "Geografía". Una de las zonas mas fértiles se localizaba en el entorno de Ceret (antigua Jerez de la Frontera).