de San Roque
El Ayuntamiento de San Roque ha decretado esta mañana tres días de luto oficial por el fallecimiento en Cádiz, poco antes de las 8 de la mañana de hoy miércoles 16, del Padre Rafael Caldela, de 98 años de edad.
Las banderas van a ondear a media asta en señal de duelo por el que fue párroco de la Iglesia Santa María la Coronada entre los años 1948 y 1990, cuando se jubiló. Los actos festivos y lúdicos municipales se han cancelado.
El padre Rafael Caldelas recibió la Medalla de Oro del Ayuntamiento en 2001, y era hijo adoptivo desde 1971. En ambos casos, el Pleno del Ayuntamiento, reunido con motivo del la celebración del Día de la Ciudad, le otorgó dichas distinciones.
El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, en nombre de toda la Corporación y del pueblo de San Roque, ha transmitido a la familia sus condolencias y el pesar por el fallecimiento del que fuera una figura muy importante en nuestra sociedad durante 42 años.
La alcaldesa accidental, Dolores Marchena, que ha sido la encargada de decretar los tres días de luto oficial, ha destacado la vinculación que el padre Caldelas había seguido mantenido con San Roque pese a que ya no residía en el municipio, considerándolo como su pueblo.
El Ayuntamiento estará presente en el acto del sepelio del párroco, que tendrán lugar mañana jueves a las 10 de la mañana en la Catedral de Cádiz. Además, la parroquia está organizando un viaje en autobús a Cádiz para asistir al entierro.
Rafael Caldelas falleció en la Residencia del Hospital San Juan de Dios de Cádiz, a escasos 15 días de cumplir los 99 años de edad, y hasta la hora de su entierro está siendo velado en el tanatorio de Servisa de la capital gaditana. Era el decano de los sacerdotes diocesanos, con 75 años de sacerdocio.
Rafael Caldelas Lopez, que en 1971 fue hijo adoptivo de la Ciudad de San Roque, es una persona que contaba con gran aprecio entre los sanroqueños. A nuestra ciudad llegó, en 1948 y asumió las labores de párroco de Santa María la Coronada hasta su jubilación en 1990. Desde entonces fijó su residencia en Cádiz, pero en ningún momento olvidó al pueblo al que tantos años estuvo unido.
Estudió en el seminario de Cádiz. En junio de 1936 acabó los estudios, encontrándose en Puerto Real, su ciudad natal, cuando estalló la Guerra Civil.
El padre Caldelas realizó una importante labor social, destacando entre sus obras la cooperativa artesanal de la palma, el comedor infantil, la Casa Diocesana Cristo Rey, escuela en la Sierra del Arca. escuela parroquial, emisora Radio Campaña de Navidad. Como investigador publicó en 1976 el libro “La parroquia de Gibraltar en San Roque”.
Desde 1976 a 1983 ocupa el puesto de Cronista Oficial de San Roque, y en 1984 publica “Gibraltar en San Roque. Cuaderno de Notas. Actas Capitulares 1706-1882”. Por esta poca restaura la Ermita de San Roque, y en 1987 establece en Los Olivillos la capilla de la santísima Trinidad. También ofrece el templo parroquial para los conciertos musicales que organiza la Delegación Municipal de Cultura.
Como investigador aportó interesantes datos a la historia de la ciudad, como el hallazgo del primer documento referido al cabrero Simón Susarte, personaje de la historia de Gibraltar y San Roque. Desde 1950 a 1956 publica el Boletín Parroquial. En 1985 fue nombrado socio de honor de la Agrupación Artística Familiar Sanroqueña
En 1989 aparecen los libros “Despertador”, una densa biografía sobre el beato Fray Diego de Cádiz, “Para rezar y andar por casa”, donde afirma que “La casa es san Roque, la andadura sus principales edificios, ofrendas, imágenes sagradas” .
Tras fijar su residencia en Cádiz continúa sus investigaciones ofreciendo dos nuevos trabajos: La parroquia de Gibraltar en San Roque (Suplemento) y un trabajo sobre el Conde de Lomas. El motivo que le mueve a escribir, según señala en la primera de las obras es el de “servir a la familia humana, al pueblo de Dios, y muy especialmente, al pueblo de San Roque, de tan gratos recuerdos, que tuvo la gentileza y la generosidad de nombrar Hijo Adoptivo a su autor’’.
El año de su jubilación, mes de septiembre de 1990, tuvo lugar una serie de actos de homenaje-despedida. Hubo una peregrinación a Ronda con una misa en el altar mayor de fray Diego de Cádiz (personaje al que tanto admiraba), en la iglesia de Nuestra Señora de la Paz. En San Roque, en la parroquia, se desarrolló un emotivo acto, incluyendo una misa cantada. Fue relevado por el padre Sebastián Araujo, ya fallecido.
Estos hechos fueron prueba fehaciente del indudable amor del padre Caldelas a San Roque, y recogiendo la petición realizada por un grupo de sanroqueños, el Ilustre Ayuntamiento creyó de justicia la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad en 2001.