Los ancianos del Asilo comparten una merienda con sus familiares

En el acto han estado presentes las ediles responsables de Asuntos Sociales, Ana María Rojas, y de Igualdad, Mercedes Sánchez, que han tenido oportunidad de departir con los los ancianos, además de compartir la merienda.
Ambas ediles han coincidido en señalar la importancia de que los familiares compartan con los abuelos esta jornada cercana a la Navidad, así como han agradecido los desvelos del personal del Asilo para con los abuelos.
Actualmente, mediante convenio con el Ayuntamiento de San Roque, la asociación Mensajeros de la Paz, es la encargada de gestionar desde el año 2000 la Residencia de Mayores, que a lo largo de estos años se ha convertido en la institución más querida por los sanroqueños.
La ONG vinculada con la Iglesia “Edad Dorada - Mensajeros de la Paz” se hizo cargo de la gestión del Asilo, conjuntamente con el Ayuntamiento, desde el año 2000, cuando fue adjudicada su gestión por la Mesa de Contratación y el Pleno del Ayuntamiento.
La actual capacidad de la Residencia de Mayores, con tan sólo 50 plazas, se hace insuficiente para el número de mayores de San Roque que solicitan una plaza en estas instalaciones.
La Residencia de Mayores está siendo gestionada “de manera ejemplar” por la empresa “mensajeros de la paz” desde hace varios años y regularmente se acometen obras de adecuación para atender las exigencias de la Junta de Andalucía en materia de residencia de ancianos.
La Asociación Mensajeros de la Paz fue fundada en el año 1962 por el Padre Ángel García Rodríguez. Es una organización no gubernamental declarada de utilidad pública y de ámbito nacional e internacional. Ha recibido entre otros galardones el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
La principal actividad en sus inicios fue la creación de hogares funcionales para acoger a niños y jóvenes privados de ambiente familiar o en situación de abandono, proporcionándoles el medio más parecido al de una familia, en el que desarrollan su vida y formación integral de un modo eficaz, garantizando su presencia en la sociedad sin discriminación y sin marginación.
Con el paso de los años ha ido ampliando sus actividades a otros sectores sociales desprotegidos: las mujeres víctimas de violencia doméstica, los discapacitados físicos y psíquicos y las personas mayores que viven en soledad, abandono o indigencia.