de San Roque
El próximo 5 de marzo, sábado, volverá a representarse en el Teatro Juan Luis Galiardo la comedia “La consulta del doctor Platanero”, original del sanroqueño Juan Mena, e interpretada por el grupo de Teatro “Paco Jiménez” y el Taller Municipal de Teatro de la Universidad Popular (UP). Esta función tienen un donativo de 5 euros.
La obra se estrenó y representó en varias ocasiones en 2010, y cosechó un gran éxito de público y crítica, dirigida entonces por el ex-alcalde Francisco Jiménez. En esta ocasión cuenta con la dirección de Roberto Collado.
Según se recoge en el cartel anunciador, parte de la recaudación servirá para la reparación de la puerta de la parroquia Santa María Coronada. En esta función colaboran los departamentos municipales de Cultura, que dirige la teniente de alcalde Dolores Marchena, y de Universidad Popular, a cargo del concejal David Ramos.
El reparto es el siguiente: Hipólita Suárez (Leoncia), Joaquina Blanco (Manuela), Andrea Correro (Gertrudis), Mª Carmen Modet (Betti), Susana Calvente (la estudiante), Fernando Domingo (doctor Platanero), Roberto Collado (Manolito), Bernardo Ferrer (Antonio), Maribel Herrero (La Caño), Antonio Casas (Willy), José Camacho (Pepe Moreno), Fernando Gázquez (Perico) y las figurantes Agueda, Hortensia, María José y José María.
El texto es una recreación irónica y llena de momentos divertidos de lo que ocurre diariamente en la consulta de un médico de familia de pueblo. En realidad, el doctor Platanero se basa en la figura de Juan Fernández Batanero, un facultativo muy querido en el municipio desde 1980. Por su sala de espera pasan a lo largo de la obra numerosos personajes arquetípicos de la zona, como “los llanitos”, la criticona, el jovencito descarriado, el ama de casa voluntariosa, un paciente llegado de Jimena...
Según el programa de mano, la obra “acontece en la consulta de un médico de familia -de esos que llamábamos antiguamente 'de cabecera', tan enamorado de su profesión que a la hora de jubilarse decidió prorrogarla dos años más, como si fuera un entrenador de fútbol”.
“En su consulta -prosigue la introducción a la obra- le esperan pacientemente sus pacientes a que llegue bien... o menos bien, según venga el viento. Nada más entrar a la consulta ya conocen su estado de ánimo y, claro, en función de ello así dependen si consiguen o no sus recetas y medicamentos que le piden”.
“Los comentarios de los sosegados pacientes sobre sus vivencias diarias en el pueblo o en sus extensiones amenizan las entradas de éstos a la consulta, donde el doctor Platanero prescribe implacablemente y examina a otro paisano o foráneo que se atreva a entrar a su consulta pública. Los miedos, vergüenzas (el pudor), las insinuaciones y el doble sentido juegan esos malos entendidos que hacen de la obra una humorada continua, dando lugar a extravagantes y graciosas situaciones cómicas”.