de San Roque
Por segundo día esta semana, el asesinato de una mujer, en una localidad gallega, ha sido el objeto de la concentración silenciosa llevada a cabo en la Casa Consistorial.
La puerta del Ayuntamiento de San Roque han acogido hoy una nueva concentración de miembros de la Corporación, trabajadores municipales y ciudadanos, en repulsa por el asesinato de esta mujer.
El minuto de silencio ha sido la condena por el último asesinato confirmado por violencia de género, el de una mujer de 81 años, que apareció muerta con un golpe en la cabeza. Su marido, de 79 años, se suicidó tras cometer el crimen.
Este último caso deja en 32 el número de mujeres asesinadas por violencia de género en lo que va de año.
Por ella y por las 31 restantes mujeres asesinadas este año, hoy se ha guardado un minuto de silencio tras una pancarta con el siguiente texto: “¡No más asesinatos de mujeres! San Roque contra todo tipo de violencia de género”. Los sanroqueños, entre los que se contaban varios ediles, han rendido así homenaje a las fallecidas, y han vuelto a mostrar su rechazo frontal a la violencia machista con un minuto de silencio.
La delegada de Bienestar Social, Ana María Rojas, señaló que “esperemos que este minuto de silencio sea un testimonio de la inequívoca de nuestro rechazo a la violencia machista”.
Lamentó que “por segundo día consecutivo tengamos que estar aquí mostrando nuestro rechazo y ante de llegar a esto, las mujeres deben denunciar los malos tratos de sus parejas”
En el Pleno Ordinario celebrado el 29 de noviembre de 2012 se aprobó por unanimidad una moción de toda la Corporación contra la violencia machista. En ella se decidía que tras cada muerte de este tipo registrada en España se organizara una concentración frente a la Casa Consistorial y se guardara un minuto de silencio de condena.
La Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra mantiene abierta una investigación ante un posible caso de violencia de género tras hallar los cuerpos sin vida de un matrimonio de octogenarios en una pequeña aldea rural del municipio de Pazos de Borbén.
La mujer, de 81 años, fue localizada con un golpe en la cabeza tirada en una poza de agua situada próxima a su vivienda de la parroquia de Nespereira. El cadáver de su marido, de 79 años, apareció poco después ahorcado en un alpendre anexo a la casa que compartían.
No constan antecedentes ni denuncias previas por malos tratos y tampoco las Fuerzas de Seguridad habían tenido ninguna alerta previa por posible violencia de género.