Intenso trabajo de la Sección de Policía Social en la Ciudad

Estos datos forman parte del dossier elaborado por la Sección de Policía Social con motivo de la última Comisión Municipal de Violencia de Género, y recoge la información relativa a los meses de julio, agosto y septiembre de este año.

El teniente de alcalde delegado de Seguridad Ciudadana, Juan Manuel Ordóñez, ha señalado que “este grupo de agentes realiza una gran labor en muchos ámbitos, aunque resulta fundamental en la estrategia que nos marcamos las distintas administraciones contra la violencia machista en San Roque”.

Añadió que “este informe, ante todo, da fe del alto grado de compromiso de los integrantes de la Policía Local. Los acompañamientos a las víctimas, la atención personalizada y con sensibilidad, y el seguimiento de los casos, con vigilancia tanto de víctimas como de agresores si resulta necesario, demuestran no sólo su profesionalidad, sino la implicación que tienen. Por ello, quisiera felicitarles y animarles a seguir a este nivel”, concluyó Ordóñez.

Según los datos aportados por la Sección de Policía Social, desde la anterior sesión de la Comisión de Violencia de Género, celebrada el 30 de junio, la Policía Local de San Roque ha intervenido en once casos que, en principio, pudieran ser constitutivos de lícitos penales de violencia de género. En siete de ellos se instruyeron diligencias penales, mientras que en los cuatro restantes se realizaron informes al estimarse que podrían ser conflictos familiares.

En lo referente al acompañamiento a las víctimas, se refieren a la recogida domiciliaria, traslado y acompañamiento tanto al juzgado donde se celebre juicio como a las citas que tengan concertadas en el Centro de Información a la Mujer. También se les ha acompañado a las dependencias de la Guardia Civil y a centros médicos.

A final de septiembre, se mantenían activos 20 casos de violencia de género en el término municipal de San Roque, si bien dos de ellos fueron inactivados por ingreso en prisión. Catorce han sido catalogados como de nivel de riesgo “no apreciado” y seis de “bajo”.

En función del riesgo, los agentes de la Policía Social toman distintas medidas: contactos telefónicos y personales; entrevista con el agresor, para informarle de la medida judicial de alejamiento y para hacerle saber de qué la víctima dispone de protección policial; se entregan a las víctimas por escrito recomendaciones de autoprotección; se realizan vigilancias del domicilio, lugar de trabajo y centros escolares de los hijos; y, finalmente, se llevan a cabos acompañamientos judiciales, al Centro de Información a la Mujer, traslados a casa de acogida, control del agresor...