de San Roque
Veinticinco trabajos sobre la cruda realidad del movimiento migratorio irregular se exponen desde ayer noche en la Galería de Arte Ortega Brú. Se trata de la crónica fotoperiodística de los últimos 25 años de Fernando García Arévalo que se incluye en el programa “Extraños llamando a la puerta”, de la Diputación de Cádiz, y que se puede visitar desde hoy, viernes, hasta el próximo 26 de julio.
En la inauguración de esta muestra se contó con la teniente de alcalde de Cultura, Dolores Marchena y con el concejal Juan Serván.
En el acto, Dolores Marchena indicó que ha sido una de las exposiciones más esperadas por parte de la Delegación de Cultura. “Llevamos trabajando en la posibilidad de que Fernando García Arévalo pudiera estar como fotoperiodista en la Galería Ortega Brú, y gracias a esta muestra cumplimos el objetivo de remover conciencias -aclaró la edil-, ya que la captación de imagen que hace el autor tiene mayor connotación social que cultural al poner en el eje una problemática que nos afecta a todos y despierta la sensibilidad, que es lo que se pretende con esta exposición “En lo más ancho del Estrecho”.
Sobre el autor, la responsable de Cultura señaló que es toda una eminencia en el fotoperiodismo, aunque también trabaja en otras temáticas a nivel nacional e internacional, donde sus imágenes han dado la vuelta a todo el mundo. “Desgraciadamente, como él mismo dice, -apuntó Marchena- tras 25 años de trabajo el problema sigue aquí, y ese es el foco en el que queremos centrar esta exposición, y que todos aquellos que así lo deseen lo compartan en la galería Ortega Brú al visitarla”, concluyó.
Por su parte, Fernando García Arévalo comentó que se trata de una exposición que resume 25 años de trabajo en 25 obras, tal y como muestra el título de la misma, que no sólo da a conocer la historia de los inmigrantes que no llegan a las costas, una de las puntas del iceberg. “He intentado mostrar desde el origen por qué vienen, cuáles son sus circunstancias de vida en sus países de origen, el viaje, la estancia ya en España o Europa,... por lo tanto intento resumir toda esta problemática que por desgracia no sólo no para, sino que va a más y viene para quedarse”, matizó.
El autor recordó que, aunque empezó hace 25 años retratando este fenómeno, curiosamente estos días se comprueba a través de los medios de comunicación que va a seguir ocurriendo debido a los problemas en los países emergentes y a la presión demográfica, concretamente en África, donde más nos afecta por la cercanía. “Por tanto, tal y como expresé durante la mañana en la presentación de la exposición, es un día triste porque esto no se debería haber hecho”, aclaró.
En cuanto a su trabajo, García Arévalo manifestó que lo importante cuando uno hace su trabajo sobre este tipo de cosas es, sobre todo, tener humanidad. “Hay que tratar a la gente con respeto y si te acercas de esta manera a ellos, se abren, te cuentan su vida y su historia, posan para ti o se dejan fotografiar. Yo creo que ese es el camino -continuó-, dedicarle a las cosas su tiempo”.
El autor rememoró que hubo un momento de inflexión en su vida personal a todos los niveles. Fue en septiembre de 1992. “Si me tengo que quedar con un momento, es con ese porque fue el arranque. Pensé que aquí iba a haber historia y el tiempo me ha dado la razón, por desgracia”, apuntó.
García Arévalo espera que dentro de otros 25 años este problema se haya acabado; que los migrantes que vengan lo hagan de manera regular y que Europa y el resto del mundo “civilizado” los reciban de manera natural.
La muestra de García Arévalo está compuesta de textos y fotos, y cuenta con el patrocinio de la Diputación Provincial de Cádiz y de la Delegación Municipal de Cultura. Posteriormente se llevará a distintos puntos de la provincia de Cádiz. En la galería municipal podrá verse en el siguiente horario: de lunes a viernes de 11.00 a 14.00, y de 21.30 a 23.30.
La exposición “En lo más ancho del Estrecho” también cuenta con la actividad “Cuentos que migran” a cargo de la Asociación de Mexicanos en Andalucía Ollin, y del taller Arte Contemporáneo y Vida.
En cuanto a “Cuentos que migran”, correrá a cargo de Nancy Castro, del colectivo de mexicanos migrantes, y se desarrollará el próximo jueves 12 a las 21.00 horas en el Palacio de los Gobernadores. Por otra parte, el taller “Arte contemporáneo y vida” será a cargo de Marina Salvo, y tendrá lugar el jueves 19 de julio a las 21.00 horas en el Palacio de los Gobernadores.
Fernando García Arévalo, nacido en Taraguilla, comenzó con esta labor en septiembre de 1992. Tras mes y medio de guardia en las playas de Tarifa captó las que hoy se consideran primeras fotografías de migrantes irregulares cruzando el Mediterráneo. De valor periodístico irrefutable, aquellas imágenes dieron la vuelta al mundo.
Arévalo intuyo, tras ser testigo de cómo aquel grupo de personas se jugaba la vida en una patera intentando cruzar el Estrecho, que esa travesía significaba el preludio de algo importante que venía para quedarse y que cambiaría la percepción que hasta entonces se tenía sobre las migraciones humanas. El tiempo, por desgracia, ha dado la razón al fotógrafo.
Durante todos estos años, García Arévalo ha trabajado sobre el tema en diferentes países y desde enfoques distintos. Para ello ha pateado lugares de origen, de paso y de llegada; ha entrevistado a migrantes de todo tipo, a sus familias y a mafiosos que controlan fronteras y flujos humanos irregulares; ha indagado sobre las condiciones de vida y de trabajo de los inmigrantes en suelo europeo; ha sido testigo de entierros, se saltos de valla, de vida inhumana en bosques donde los migrantes pasan meses escondidos,… La lista de experiencias sobre el tema puede ser eterna.
Una parte ínfima de todo esto se podrá ver resumido en 25 historias, plasmadas desde un fotoperiodismo pausado, puro, objetivo y, en muchos casos, nada explícito. El autor apuesta por imágenes simbólicas e icónicas, que invitan al receptor a una nueva percepción y reflexión, más necesaria que nunca, motivada en gran medida por el maremágnum de imágenes e información de todo tipo que según el propio García Arévalo “a diario nos meten en vena y que nos está volviendo insensibles por sobredosis”.
Las historias van acompañadas a su vez de textos muy personales: “informativos, siempre; duros, muchos; poéticos, algunos; veraces, todos”.