de San Roque
El fotoperiodista sanroqueño Fernando García Arévalo expone a partir del próximo viernes una selección de los distintos trabajos sobre migraciones irregulares que ha realizado durante los últimos 25 años. La muestra, titulada “En lo más ancho del Estrecho”, podrá verse hasta el día 26 de julio en la Galería Ortega Brú del Palacio de los Gobernadores, y se inaugurará este jueves a las 21.00 horas.
La exposición está compuesta de textos y fotos, y cuenta con el patrocinio de la Diputación Provincial de Cádiz y de la Delegación Municipal de Cultura, que dirige la teniente de alcalde Dolores Marchena. Posteriormente se mostrará en distintos puntos de la provincia de Cádiz. En la galería municipal podrá verse en el siguiente horario: de lunes a viernes de 11.00 a 14.00, y de 21.30 a 23.30.
Fernando García Arévalo, nacido en Taraguilla, comenzó con esta labor en septiembre de 1992. Tras mes y medio de guardia en las playas de Tarifa captó las que hoy se consideran primeras fotografías de migrantes irregulares cruzando el Mediterráneo. De valor periodístico irrefutable, aquellas imágenes dieron la vuelta al mundo.
Arévalo intuyo, tras ser testigo de cómo aquel grupo de personas se jugaba la vida en una patera intentando cruzar el Estrecho, que esa travesía significaba el preludio de algo importante que venía para quedarse y que cambiaría la percepción que hasta entonces se tenía sobre las migraciones humanas. El tiempo, por desgracia, ha dado la razón al fotógrafo.
Durante todos estos años, García Arévalo ha trabajado sobre el tema en diferentes países y desde enfoques distintos. Para ello ha pateado lugares de origen, de paso y de llegada; ha entrevistado a migrantes de todo tipo, a sus familias y a mafiosos que controlan fronteras y flujos humanos irregulares; ha indagado sobre las condiciones de vida y de trabajo de los inmigrantes en suelo europeo; ha sido testigo de entierros, se saltos de valla, de vida inhumana en bosques donde los migrantes pasan meses escondidos,… La lista de experiencias sobre el tema puede ser eterna.
Una parte ínfima de todo esto se podrá ver resumido en 25 historias, plasmadas desde un fotoperiodismo pausado, puro, objetivo y, en muchos casos, nada explícito. El autor apuesta por imágenes simbólicas e icónicas, que invitan al receptor a una nueva percepción y reflexión, más necesaria que nunca, motivada en gran medida por el maremágnum de imágenes e información de todo tipo que según el propio García Arévalo “a diario nos meten en vena y que nos está volviendo insensibles por sobredosis”.
Las historias van acompañadas a su vez de textos muy personales: “informativos, siempre; duros, muchos; poéticos, algunos; veraces, todos”.