Homenaje a Francisco María Tubino, sanroqueño ilustre y uno de los grandes pensadores andaluces

El acto fue presidido por la teniente de alcalde delegada de Cultura, Dolores Marchena, y por la teniente de alcalde de Bibliotecas, Pilar Núñez. Además, participaron la responsable de Comunicación del Grupo Cepsa en la comarca, Amalia Puigdengolas, y el cronista oficial de la Ciudad, Antonio Pérez Girón.

El libro ha sido editado por el Servicio de Publicaciones del citado departamento municipal, y cuenta con el patrocinio de Cepsa Cultural 2014. Tiene el título original “Los restos mortales del Cid y de Jimena devueltos a España por S.A.R. el príncipe C. Antonio Hohenzollern”, y fue publicado por el periódico “La Andalucía” en Sevilla en el año 1883. Además, con la compra de este libro (10 euros) se obsequia hasta fin de existencias con un ejemplar de la obra “Estudios Contemporáneos”, que fue editado en 1988 por el Ayuntamiento de San Roque con motivo del centenario de la muerte de Tubino.

La primera intervención corrió a cargo de Dolores Marchena, quien señaló que “se trata de uno de los personajes más ilustres de cuantos han visto la luz en San Roque”. Tras hacer un breve recorrido por su vida y obra intelectual, Marchena indicó que “como historiador y filósofo sus escritos fueron objeto de debate en capitales europeas. Para tratar de entender el mundo, estudió profundamente numerosas culturas”, logrando el reconocimiento internacional. “San Roque no puede ser menos -apuntó- y hoy también le recordamos con este acto, en el que agradezco la contribución de Cepsa y la colaboración de Afosan para hacerlo posible”.

Por su parte, Amalia Puigdengolas recordó que en la misma tarde de ayer había participado en otro acto cultural en San Roque, lo que da ejemplo de la colaboración de Cepsa en esta materia. Además de reconocer la labor de Antonio Pérez Girón al elaborar o rescatar textos que luego se publican en la colección Cepsa Cultural, apuntó que estos despiertan el interés incluso de trabajadores de su empresa, que se los suelen requerir.

La intervención de Antonio Pérez Girón, mientras, se centró en la biografía de Tubino, deteniéndose en su compromiso andalucista y federal de su juventud y primera madurez, para luego pasar a una posición más pragmática una vez que fracasó la I República, cuyos ideales progresistas apoyó fervientemente por coincidir con los intereses del grupo al que pertenecía, la burguesía industrial y comercial andaluza, perdedora del pulso histórico con la oligarquía rural que, en su opinión, provocó el retraso de la región a lo largo del siglo XX.

También destacó la gran talla intelectual de Tubino, en campos como la Historia del Arte, la Edad Media, la Antropología y la Prehistoria, lo que le valió reconocimientos nacionales e internacionales. Explicó que el libro que se presentaba anoche reunía una serie de artículos que escribió para relatar cómo descubrió que los despojos del Cid y de Doña Jimena, tras ser expoliados por los franceses durante la Guerra de la Independencia, habían llegado a ser propiedad de un príncipe alemán. Tras describir la situación al rey Alfonso XII, éste le encomendó recuperar los restos, para lo que contó con la colaboración del aristócrata antes citado.

Finalizó indicando que Francisco María Tubino fue “uno de los más grandes sanroqueños a lo largo de la historia de la Ciudad y uno de los grandes pensadores andaluces”.

Pilar Núñez, finalmente, se encargó de clausurar el acto apuntando que la Delegación de Bibliotecas quiere participar en actos como éste, porque suponen fomentar la lectura. También explicó que este libro puede encontrarse en la Red de Bibliotecas.

Francisco María Tubino (1833-1888) nació en San Roque, en cuyo Ayuntamiento llegó a trabajar. Sin embargo, muy joven se trasladó a Sevilla, donde estudió Filosofía y Letras y pasó a dirigir el periódico “La Andalucía”. Viajó por varios países europeos y cubrió la información de la campaña militar de África de 1859/1860.

Ya en Madrid, fundó la “Revista de Bellas Artes” y la “Revista de Arqueología”, siendo reconocido como uno de los principales arqueólogos españoles del siglo XIX. También fue académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde antes había ganado un premio. Escritor reconocido en materias de historia, sociología y arte, su relevancia intelectual fue tal que incluso aparece en los “Episodios Nacionales” de Benito Pérez Galdós.

Cuando falleció, el Ayuntamiento de San Roque le dedicó una calle, y con motivo del centenario de su nacimiento (1933) recibió también un homenaje municipal. En 1988 (centenario de su muerte), se realizó una exposición sobre su obra, y se descubrió una lápida en la calle donde nació, que también lleva su nombre.