Gran éxito, anoche, de la jornada gastronómica sobre la dieta mediterránea en el Museo Municipal

Viernes, 14 Julio 2017

La jornada “Origen e historia de la dieta mediterránea”, que incluía una degustación de vino y alimentos a la usanza romana, fue todo un éxito. Celebrada en el Museo Municipal con la organización de la Delegación de Cultura, el aforo estaba completo desde hacía más de una semana, y los asistentes disfrutaron no sólo de los manjares dispuestos, sino también de las explicaciones a cargo del historiador y arqueólogo Manuel León.

JORNADA GASTRONÓMICA 14 JULIO 2017

La jornada comenzó con unas breves palabras de bienvenida a cargo de la teniente de alcalde delegada de Cultura, Dolores Marchena, quien explicó el contenido del acto, titulado “Origen e historia de la dieta mediterránea. Producción de vino y salazones en época imperial romana”. Esta jornada es la continuación de otra que se celebró hace un año, y que se centró en la producción de vino en la civilización romana.

A continuación, Manuel León trasladó a los asistentes al origen de la dieta mediterránea, que puede remontarse al paleolítico, y a su expansión a lo largo de la cuenca de dicho mar. Basada en la triada aceite de oliva, vino y trigo, esta dieta tenía en la Bética romana el importante complemento de los salazones, y su salsa reina: el garum. Tras la charla se produjo la degustación de queso “livum”, paté de “alec” y una cata de vinos romanos.

Manuel León, natural de Villamanrique (Sevilla) es arqueólogo y tiene un máster de Gestión y Administración de Empresas de Economía Social. Trabaja también en líneas de investigación histórica arqueológica, y en realización de tareas relacionados con ese mundo. Además es consultor de turismo sostenible. Licenciado en Historia en Sevilla, trabaja en los productos Baética cuyo primer logro ha sido la reproducción física de vinos de la antigua Roma.

Su intención, como arqueólogo, y dentro del proyecto, es acercar las sociedades del pasado a la presente y profundizar en el conocimiento de esas civilizaciones. A partir de ahí se plantean cómo sería el abanico de sensaciones, olores y sabores de ese mundo antiguo, de Roma. No solamente investiga sobre la circulación de vinos y otros productos, sino también ha recuperado toda la información posible de esos tratadistas romanos, sobre todo el gaditano Columela, para intentar reproducir en las mismas condiciones el vino que hacían hace 2.000 años, y recuperar ese abanico de sensaciones.