de San Roque
El Teatro Juan Luis Galiardo acogió en la tarde de ayer la representación de “Garbancito en la barriga del buey”, una obra de teatro de títeres a cargo de la compañía jerezana “La Gotera en la Azotea”. Se trataba de la última de la veintena obras que se han podido ver en San Roque a lo largo de todo el mes de septiembre a lo largo y ancho del municipio gracias al festival Sanrotín 2018, la tercera edición de un ciclo de espectáculos de temática familiar que cada año cobra mayor fuerza.
La tercera edición de este festival ha sido organizada por la Delegación de Cultura, que dirige la teniente de alcalde Dolores Marchena. Este fin de semana se han representado las últimas obras programadas: el viernes “Nana: una canción de cuna diferente”; el sábado, “Concierto para seis ventiladores y un piloto solo”; y ayer domingo “Garbancito en la barriga del buey”.
En cuanto a la obra protagonizada por el inmortal Garbancito, comienza como el tradicional cuento español para pasar a relatar la imaginativa experiencia del protagonista en el interior de la panza del buey. Los tres integrantes de La Gotera en la Azotea no sólo hechizan a los niños con su representación, sino que también divierten a sus padres con numerosas bromas dirigidas a los adultos.
El sábado por la tarde fue el turno de “Concierto para seis ventiladores y un piloto solo”, de la compañía La Máquina de hacer Pájaros Heliceo. Un único actor, Fefo Monza, transita los distintos movimientos musicales de “Las Cuatro Estaciones” de Antonio Vivaldi, recorriendo, a partir de su esencia musical y el latido barroco de esta obra maestra, aquellos territorios vitales que van del amanecer del ser a su ocaso, de la primavera al invierno, en la espera tragicómica de un amor ausente y el reconocimiento de la vida en sí misma como destino final de su búsqueda.
Un espectáculo fascinante para todos los públicos, donde los más pequeños pudieron disfrutar de la música de Vivaldi mientras el viento originado por los ventiladores dibuja en el aire personajes, atmósferas y juegos de improvisación, construyendo, escenas de gran fuerza dramática y una belleza plástica donde habita lo inesperado.
Con ocasión de la tercera edición de Sanrotín, en el Teatro Juan Luis Galiardo no faltaron espectáculos de calle como “En busca del gran tesoro”, de Vagalume Teatro; ilusionismo de alto nivel de la mano del Mago Migue; propuestas pensadas para los bebés, como “Nana, una canción de cuna diferente”; teatro de sombras con “El tesoro de Barracuda”; una aventura onírica y solidaria, con “Welcome, en el cielo no hay fronteras”; e incluso una introducción a la música clásica, como el original “Concierto para seis ventiladores”. Pero, sobre todo, han destacado las distintas funciones de títeres, unas de lo más tradicional, como “Garbancito en la barriga del buey”, y otras mucho más vanguardistas, como “La historia de la vaca Margarita” o “Punchinelis”.
Mientras, se representaron otras dos obras de teatro infantil en la biblioteca del Casco, pero también en las de Guadiaro y Campamento, así como en los colegios de la Estación, San Enrique, Taraguilla, Puente Mayorga y en el parque de Miraflores. El objetivo, llevar Sanrotín a todos los rincones del municipio.
El festival de teatro y títeres, Sanrotín, ha sido organizado la Delegación de Cultura con la colaboración de la Red de Bibliotecas, y ha estado activo entre los días 14 al 30 de septiembre en el Casco y en todas las barriadas, con una veintena de espectáculos.