de San Roque
La conferencia “Lenguaje bélico en las informaciones no bélicas” a cargo de Susana Guerrero, profesora titular del área de Lengua de la Universidad de Málaga, ha iniciado la última jornada del seminario “El uso del lenguaje en las informaciones sobre las guerras.”
Guerrero ha señalado que “usamos en otros ámbitos la terminología bélica por dos razones, unas veces por persuasión, se crea un discurso y lo hago metafóricamente para hacerlo más llamativo. Y otras veces por manipulación, en esta época de crisis económica ofrecer la información en clave bélica causa pánico y terror, el discurso en esos ámbitos tiene un poder tremendo pues conlleva mucha responsabilidad.”Cuando se habla de guerras, ha indicado la ponente, se intenta evitar términos como guerra, masacre o batalla y se usan eufemismos. Si analizamos otros contextos, existe un abuso de esos términos, en el ámbito de los deportes, de la economía, e, incluso en el ámbito rosa. Se nos describen muchas cosas como la consecución de los derechos, entre ellos la guerra por la igualdad, la guerra de sexos, incluso, el mundo de la salud, como la guerra contra el cáncer, contra el sida. Es curioso cuando hablamos de guerra evitamos esos términos pero cuando hablamos de otros ámbitos los usamos. Guerrero ha señalado que “la razón por la que intentemos evitar estos términos es porque queremos enmascarar una realidad que no nos gusta, huimos hasta de nombrar la guerra, decimos conflicto, a las víctimas las denominamos daños colaterales. Es una manera de evitar lo que nos desagrada, lo que no nos conviene”. En el ámbito de la salud, ha indicado Guerrero, “la gente que entiende o ha vivido el cáncer sabe lo importante que es hablar del tema en su justa medida, pero si te hablan que las enfermedades se curan o se tratan, te hablan de guerra o de lucha contra el cáncer, provoca pánico, te detectan una enfermedad y te meten en una batalla.” “La justificación de la guerra(el ius ad bellum) en el mundo actual” a cargo de Enrique Vega Fernández, coronel diplomado de Estado Mayor y psicólogo, ha constituido la segunda conferencia. Vega ha explicado “cómo se utiliza el lenguaje para justificar la guerra, algo que nadie quiere admitir que hace porque, como todos sabemos, si algo significa guerra es muerte, destrucción y sufrimiento. Todo el mundo busca subterfugios para dulcificar y justificar que detrás existen unos intereses políticos, económicos o ideológicos. Se utilizan términos o expresiones que suenan mucho mejor, principios o valores como derechos humanos o en el caso yihadista el mandato divino.” El ponente ha señalado que “es el estamento político quien marca las pautas, casi siempre con una enorme colaboración de los medios de comunicación porque son los que transmiten a la opinión pública lo que hace falta decir o hacer. Un tercer estamento que tiene que ver mucho son los expertos o especialistas que son los que elaboran los informes para convencer a los políticos que la guerra vendrá bien por determinadas razones.” Vega ha relatado también su experiencia dentro de las misiones internacionales en las que ha participado, “la relación que se establece entre militares y periodistas es más natural de lo que en un principio se supone, tiene sus dificultades intrínsecas, ya que en muchos casos la misión o el trabajo que realizas es confidencial, frente al periodista que intenta saber y cuanto más mejor. En la relación que se establece influyen mucho las personas, los jefes de unidad, las autoridades políticas que no hayan dado orden expresa de no hablar, y la actitud del periodista, unos entienden las restricciones y otros parece que se les ofende cuando no les informas.” El seminario ha finalizado con la celebración de una Mesa Redonda bajo el título “Una víctima más de la guerra: El lenguaje”, donde intervieneron los coordinadores del curso, Enrique Vega Fernández, Alberto Gómez Font y Francisco Muñoz Guerrero.