El III Belén Viviente se desarrollará el 10 y el 11 de diciembre, con más figurantes que en 2016

La directiva de la Asociación Parroquial se ha reunido con el alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, y con la teniente de alcalde delegada de Turismo, Dolores Marchena, para exponerles el proyecto para este año. Tras el encuentro, recordó el primer edil “el gran éxito” obtenido por el Belén Viviente en las dos primeras ediciones, superando todas las expectativas y generando un interés creciente “de manera que en sólo dos años se ha convertido en uno de los belenes vivientes más importantes de la provincia de Cádiz”.

Ruiz Boix mostró su seguridad en que este año se van a conseguir todavía mejores resultados, al estar prevista una mayor participación de figurantes “lo que va a hacer necesario requerir de más espacio. Se trata de una apuesta para contribuir a la reactivación de esta zona del municipio, y sirve también para dar a conocer nuestro Conjunto Histórico Artístico”.

Bromeó diciendo que “la Asociación Parroquial pide mucho, pero como lo que hace sale bien, vamos a tratar de contribuir desde el Ayuntamiento para que esta edición se supere. Quiero mostrarles mi gratitud por organizar un evento en el que el Ayuntamiento colabora, y que atrae a miles de visitantes al municipio”.

Por su parte, Dolores Marchena mostró “la entera disposición de la Delegación de Turismo y del resto de los departamentos municipales para colaborar con esta tercera edición del Belén Viviente. Quiero reconocer públicamente el trabajo que realiza la Asociación Parroquial a lo largo de todo el año, colaborando con distintos departamentos municipales y tendiéndonos la mano. No podíamos hacer menos que darles nuestro respaldo en este proyecto”.

Indicó que “más allá de una importante actividad de participación ciudadana, engloba destacables cifras a nivel turístico, contribuyendo a la dinamización de la zona, generando riqueza y aportando actividades de ocio. Quiero felicitar a todo el equipo, a los participantes y a las empresas y colectivos que colaborarán”, finalizó la edil.

El hermano mayor de la Asociación Parroquial Nuestra Señora del Rocío, Miguel Ángel Andana, explicó que “si bien hoy hemos mantenido este primer contacto con el alcalde, llevamos bastante tiempo preparando lo que es ya un referente turístico en San Roque”, al que invitó a todos a participar o a disfrutarlo como espectadores.

Finalmente, la vicehermana mayor, Maite García, recordó que “desde que el primer Belén Viviente, hemos conseguido mejores resultados de lo previsto, y quiero agradecer la colaboración del Ayuntamiento porque hubiera sido imposible lograrlo”.

Tras realizar una invitación a acudir ese fin de semana a esta actividad, recordó que “es importante que nadie se olvide de su fin solidario. Es cierto que siempre hemos logrado una respuesta muy positiva de los sanroqueños y los campogibraltareños, pero pedimos un poco más”.

Señaló que el año pasado “revolucionamos el turismo en esas fechas en San Roque, de manera que hubo personas que amoldaron sus salidas para venir al belén, de manera que incluso nos encontramos con colas en la autovía. Fue una gran satisfacción”.

“Este año -indicó- vamos a ocupar toda la Plaza de Armas al completo, con lo que espero que la gente se sienta más cómoda, porque es cierto que el año pasado estábamos un poco estrechos en algunos momentos”.

“Animo a todos a visitarnos -comentó García-, y quiero dar las gracias a San Roque y al Campo de Gibraltar por su interés, y principalmente a todos los que de manera desinteresada participan con nosotros, porque no nos olvidemos que conlleva un coste económico que cada uno asume, tanto personas individuales como colectivos”.

En la edición del año pasado participaron alrededor de 180 figurantes ataviados de época, que desarrollaron 36 escenas de belén. No faltó nada: molino, obrador de pan, alfarería, carpintería, tiendas de distintos productos de artesanía, un lago, animales en sus corrales... Además, durante las dos jornadas hubo numerosas actuaciones musicales, de baile e incluso de teatro. Se recaudaron 2.300 euros, que se destinaron a Cáritas.