El humor como arma de dominación, a debate en el seminario de Antropología de la Conducta

Freixas ha resaltado que “el humor es muchas cosas, pero mi intención es mostrar esta faceta siniestra del humor como arma de dominación, como arma de sometimiento y muestra de prepotencia.”

Bajo el título de la ponencia “El coño de Sofía Loren”, la ponente alude a un latiguillo que tenía el director de la editorial en la que trabajaba. “Yo proponía publicaciones de títulos de libros para editar, y el latiguillo de mi jefe era: si conseguimos esto, esto va a ser el coño de Sofía Loren.

Me hacía sentir incómoda -continuó- porque no era el único chiste machista que se hacía, también el consejero delegado decía algo como que las mujeres sólo sirven para follar y cosas de éstas.”

La escritora ha resaltado que “existe un discurso social que indica que las bromas son inofensivas, que impedía que hiciese lo que me pedía el cuerpo, levantarme e irme. Pongo como ejemplo también unas chapas que se han vendido en los Sanfermines de este año, que ponen Chupa y calla, que han sido denunciadas, pero no ha prosperado en los tribunales.”

Freixas ha destacado que “con los años, el humor tiene muchos usos, pero uno en particular es el usado para disfrazar mensajes dirigidos a mantener la jerarquía social, en especial la jerarquía entre hombres y mujeres. Es usado para recordarnos a las mujeres que, finalmente, no somos más que objetos".

"También sirven para reafirmar el poder que tienen los que están situados en la parte superior de la jerarquía para utilizar determinadas palabras, luego supe que se denomina tabú lingüístico, y que sirven para marcar la diferencia social. Hay palabras que los que están arriba pueden decir y los que están abajo no”, concluyó.

El seminario también ha contado en esta última jornada con la conferencia, “Del cielo al circo (sobre música y humor)” impartida por el musicólogo, José Luís Téllez.