de San Roque
El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, y varios miembros de la Corporación Municipal han asistido este mediodía a la Misa en memoria del empresario Jaime Ortiz Patiño que se ha celebrado en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en Sotogrande. Ortiz Patiño, que falleció el pasado jueves, fue el principal artífice de la celebración, en 1997, de la Ryder Cup en el término municipal sanroqueño, y durante años se distinguió por su impulso a la cantera local de este deporte.
Momentos antes de la Eucaristía, el alcalde señaló que “estamos hoy acompañando a los familiares de don Jaime Ortiz Patiño en esta Misa en su memoria, a la que también ha venido una importante representación del mundo del golf y la plantilla de empleados del Club de Golf Valderrama”. Añadió Ruiz Boix que “gracias a la apuesta que hizo (Ortiz Patiño) por tener un club de golf de calidad, que al menos durante los últimos diez años ha sido el primero del mundo, San Roque está situado en el mapa de este deporte como una de sus principales capitales”. Destacó “la generación de empleo que provocó esa apuesta por el turismo deportivo que hicieron gobiernos municipales anteriores. Gracias a la colaboración de personas como don Jaime, se ha conseguido que tengamos dos importantes motores económicos: la industria y este turismo deportivo, con el que hay que seguir colaborando”. Por su parte, el teniente de alcalde delegado del Valle del Guadiaro, Juan Roca, y el teniente de alcalde de Deportes, Juan Manuel Ordóñez, coincidieron en ensalzar la valía profesional y humana de Jaime Ortiz Patiño. Para Roca, “se ha perdido a un gran hombre y a un gran empresario que ha contribuido mucho a la riqueza de esta zona”, mientras que Ordóñez recalcó “su apoyo constante al Campo Municipal de Golf La Cañada y a la generación de una pujante cantera de deportistas”. Durante la Misa, tomó la palabra uno de los hijos de Ortiz Patiño, Felipe, quien recordó algunos de los momentos vividos con su padre en la organización de torneos de golf de alcance internacional. También dijo que su progenitor le enseñó, entre otras cosas, la necesidad del sacrificio para alcanzar la excelencia en calidad que han sido la marca de la casa del Club de Golf Valderrama. Hay que recordar que el Consistorio sanroqueño decretó la semana pasada con motivo del fallecimiento de Ortiz Patiño tres días de luto oficial y que el alcalde hizo una declaración institucional en la que se reconocía la figura de este empresario. Asimismo, el Club de Golf La Cañada solicitó el pasado verano la concesión a Ortiz Patiño de la Medalla de Oro de la Ciudad (junto a Emma Villacieros y Ángel de la Riva), medalla que probablemente se le otorgue en el mes de mayo a título póstumo. Además, en el Pleno Extraordinario de la Corporación celebrado el pasado viernes se guardó un minuto de silencio en su honor. Jaime Ortiz-Patino nació en París, en 1930, hijo de bolivianos, bisnieto de españoles y nieto de Simón Patiño que fuera conocido como: el “rey del estaño” en Bolivia y embajador de aquel país en la capital de Francia. Fue la visión de Patiño lo que permitió que la Ryder Cup de Golf se jugara por primera vez en el continente europeo en 1997, una visión que comenzó en 1956 y que finalizó con la construcción de uno de los mejores campos de golf del mundo. Con la Ryder Cup, Ortiz-Patiño cumplió el objetivo que tenía en 1985 cuando compró y remodeló el antiguo campo de golf existente, y donde se han desarrollado los eventos mas prestigiosos del Tour de Golf Europeo, la finalización del Volvo Masters de los periodos 1988-1996, 2002-2008 y dos Campeonatos del Mundo: 1999 y 2000. Fue nombrado Vicepresidente Honorario de la PGA por su aportación al mundo del golf y su promoción y apoyo en el mundo del Tour Europeo. Jaime Ortiz Patino ha recibido en los últimos años numerosos homenajes del mundo del golf, tanto en Madrid y la Costa del Sol como en nuestra comarca, entre los que destaca el recibido hace tres años en el Campo municipal de Golf La Cañada, que contó con la presencia de grandes personalidades del golf nacional, encabezadas por los presidentes de la federaciones Española y Andaluza. Desde hace cinco años, el Club de Golf La Cañada acoge además en septiembre el Torneo Infantil Jaime OrtizPatiño, en el que participan un centenar de jugadores de la Escuela Municipal de Golf, en las categorías Benjamín, Par 3, alevín, Infantil, Cadete, y Boys-Girls. Patiño hfue durante su vida un gran coleccionista y ha atesoró desde cotizadísimos cuadros de grandes maestros hasta delicadas piezas de mobiliario, pasando por la más importante colección de golf del mundo, vendida hace unos meses en la casa londinense de subastas Christie's. Sobre la obra de Ortiz Patiño, el Campo de Golf Valderrama, se ha escrito mucho, pero lo realmente cierto es que se codea con clubes de golf mundiales míticos e inolvidables, como Saint Andrews, Augusta, o The Belfry. Este campo sanroqueño no sólo se puede enorgullecer de ser el campo de golf número uno de Europa Continental desde el año 1989 de manera ininterrumpida, sino probablemente sea uno de los mejores del mundo según los mejores golfistas profesionales y los principales periodistas especializados en golf. El palmarés de Valderrama es impresionante: sede de la Ryder Cup '97, sede del Torneo Volvo Masters (1986-1996 y 2002-2008) y de los Campeonatos del Mundo de Golf American Express en los años 1999 y 2000. En un enclave natural único encontramos lo que muchos considerarían la obra maestra golfística del prestigioso diseñador americano Robert Trent Jones. Construido en 1974, se denominó originalmente Nuevo Sotogrande, más tarde en 1981 se denominó Las Aves. En 1984, Jaime Ortiz-Patiño adquirió el campo para transformarlo en un campo profesional capaz de acoger las máximas competiciones. Acudió Robert Trent Jones para encargarse de rediseñar el trazado original. El señor Patiño decidió cambiar el nombre a Valderrama en honor al antiguo cortijo que estuvo situado en este lugar. El resultado final fue un campo que supone un verdadero desafío al jugador. El trazado discurre entre más de tres mil alcornoques, dos mil pinos centenarios y quinientos olivos. También se crearon dos lagos y se incorporó casi diez mil hectáreas de suelo urbanizable alrededor de las zonas de juego. Los recorridos, greens y hoyos de Valderrama son testigos silenciosos de una serie de acontecimientos de golf que ya hace tiempo entraron a formar una parte inconfundible de la historia del golf profesional contemporáneo.