de San Roque
En el pleno municipal se aprobo por unanimidad el nombrar como “Paseo Marítimo Francisco Javier Beza González” al trozo del Paseo Marítimo entre la plaza Pepe Córdoba y el río Cachón, dando así un homenaje a este vecino de Puente. El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, destacó la unidad positiva de los concejales ante esta moción de urgencia presentada por la alcaldía.
Tras aprobar su inclusión en el orden del día, se aprobó por unanimidad una moción de alcaldía para que el tramo de paseo marítimo que une la plaza Pepe Córdoba con el arroyo de los Gallegos, donde está próxima la terminación de unas obras de urbanización y mejora de la iluminación, se denomine “Paseo Marítimo Francisco Javier Beza González”, en reconocimiento y agradecimiento de la ciudad de San Roque a la acción humanitaria que protagonizó el 26 de mayo de 1985, al salvar la vida a ocho supervivientes de la explosión de los barcos en el pantalán de la Refinería Gibraltar-San Roque.
Tras el pleno, el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, agradeció el apoyo unánime de los concejales a esta moción urgente de alcaldía.
Se recordaba en la moción que el 26 de mayo de 1985, una detonación en el tanque de nafta del navío “Petrogen One”, atracado en el pantalán de la Refinería Gibraltar-San Roque, afectó al petrolero de Campsa, “Camponavía”, que también explotó girando 90 grados sobre su costado de estribor y sumergiéndose en el fondo del puerto.
El accidente provocó la mayor tragedia marítima vivida en España. Fallecieron 33 personas y 36 resultaron heridas de consideración. Pescadores y vecinos de Puente Mayorga se volcaron en rescatar a los supervivientes.
En el momento de la detonación, Francisco Javier Beza González, nacido en Puente Mayorga, entonces estudiante de Matricería y Moldes y que contaba con tan solo 18 años, se encontraba paseando por aguas de la Bahía en un bote y con su pequeña embarcación a remo puso rumbo a la catástrofe y logró salvar a ocho personas que permanecían asidas a una boya marina junto a las llamas.
Por esta extraordinaria acción humanitaria, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía concedió el 5 de junio de 1985 la Medalla de Oro de Andalucía, en su categoría de Oro, a Francisco Javier Beza González.
Han transcurrido ya 36 años desde aquella catástrofe en la Refinería y cada efemérides se recuerda el comportamiento heroico de Francisco Javier Beza González.