Aplican la endoterapia a 400 pinos de todo el municipio para minimizar la plaga de procesionaria

Jueves, 3 Octubre 2019

Después del éxito obtenido el año pasado, cuando se aplicó a 80 pinos, operarios de la empresa adjudicataria del servicio de control de plagas están realizando la endoterapia en un total de 400 árboles repartidos por colegios y zonas de ocio de todo el término municipal. El objetivo es reducir al mínimo la presencia de la oruga procesionaria y, por lo tanto, las urticarias que causa este animal y que afectan principalmente a niños y a animales domésticos.

ENDOTERAPIA PINOS DEL MUNICIPIO 3 OCTUBRE 2019

Los tenientes de alcalde delegados de Salud y Educación, Juan Serván y Belén Jiménez, respectivamente, se han desplazado hoy, jueves, al CEIP Santa María Coronada para supervisar esta labor. Explicó Serván que “la temporada pasada hicimos una prueba de la endoterapia en parques infantiles y caninos, jardines y colegios, que son las zonas más transitadas por pequeños, animales domésticos y por los usuarios de lugares de ocio. El resultado fue magnífico, así que este año desde el 1 de octubre estamos aplicando está técnica por segunda vez”.

“Para explicarlo de forma fácil -señaló-, la endoterapia es una inyección que se pone en el tronco del árbol. Cuando sale la oruga, ésta se alimenta de la planta y se envenena. De esta manera evitamos que, unos meses más tarde, se formen los bolsones en las ramas de los pinos, ya que en cada uno hay entre cien y doscientas orugas”.

“El año pasado se aplicó esta endoterapia a 80 pinos -indicó Serván-, y este año lo estamos haciendo en 400 árboles situados en parques, jardines y colegios. Vamos a intentar controlar así esta plaga tan difícil de exterminar, de manera que reduciremos la presencia de la oruga en todo el municipio entre el 80% y el 85% respecto a años anteriores, por lo que su presencia será solo puntual”.

“Si el año que viene tenemos que subir el número a 800 pinos -añadió el edil-, lo haremos porque lo importante es la salud de los ciudadanos. Esperamos tener éxito, y vamos a hacer un seguimiento del tratamiento y también de los focos de orugas que puedan aparecer”.

Por su parte, Belén Jiménez indicó que “desde la Delegación de Educación quiero agradecer a la Delegación de Salud por haber sido sensible con el gran problema que hace unos años teníamos en todos los centros educativos del municipio. La plaga de orugas era incontrolable, con muchos niños afectados”.

“El simple hecho -añadió- de que el año pasado (Serván) tomara la decisión de probar una técnica nueva con 80 árboles, se viera el buen resultado y este año se haya aumentado la partida presupuestaria para llegar a 400 pinos, dice mucho de su departamento y de mi compañero en concreto”.

“Lo que está claro -dijo la responsable de Educación- es que en este Equipo de Gobierno somos sensibles a los problemas que nos traslada la ciudadanía, e intentamos darles solución. Esto es una prueba evidente y el resultado habla por sí solo”, concluyó Jiménez.

La endoterapia se aplica entre los meses de octubre y diciembre, cuando las orugas suben a los árboles. Los bolsones suelen aparecer a finales de invierno y principios de primavera, aunque en los últimos años el aumento de las temperaturas ha adelantado este hecho incluso a enero. En los primeros meses del año se realizan las fumigaciones y las retiradas de los bolsones, cuya presencia se espera que sea mínima en 2020.

La oruga procesionaria no sólo daña a los pinos, sino que su cuerpo está cubierto por unos filamentos urticantes que afectan a la piel humana tanto por el contacto directo con el animal como al desprenderse del insecto y ser diseminados por el viento. En varias ocasiones las irritaciones han persistido incluso después de acabar con las orugas, porque sus cerdas seguían flotando en el aire.