Alumnos de todas las edades celebran la fiesta del carnaval

En la guardería de Puente Mayorga estuvieron los tenientes de alcalde José Vera y José Antonio Rojas. Vera agradeció “la invitación que nos ha hecho este centro para comprobar las distintas actividades que con motivo del carnaval tenían los pequeñitos de Villa Carmela. La verdad es que es un encanto, y también una forma de hacer participar a los niños en una fiesta que siempre se utilizó para denunciar las injusticias y reivindicar los derechos democráticos. Esperamos que, en el día de mañana, tengamos aquí a los hombres y mujeres que sigan defendiendo estos valores”.

Por su parte, Rocío Román, la directora del centro, explicó que “hace unos años hacíamos un pasacalles, pero como nuestros alumnos tienen entre cero y tres años, vimos que no era muy apropiado. Como uno de nuestros objetivos principales es que los padres se integren en las actividades del centro, decidimos hacer una convivencia con los padres”.

“Este año ha tocado ambientar la guardería como un circo -añadió-, y los padres se pasan la mañana con nosotros. Es lo que a ellos les gusta: ver cómo están sus hijos, cómo son las personas que están con los niños y relacionarse con nosotros”.

Villa Carmela son unos terrenos municipales situados en Puente Mayorga en los que se levantan una Guardería y un Centro de Día, financiados por la Compañía Española de Petróleos (CEPSA). Cepsa invirtió unos 700 mil euros en la construcción de ambos edificios.

La Guardería tiene 315 metros cuadrados de superficie y cuenta con 4 aulas, un patio ajardinado de más de 260 metros cuadrados de uso exclusivo para los pequeños, además de despachos, aseos, vestíbulo, recepción, etc.

El Ayuntamiento de San Roque adquirió, para darle un uso público y social, la finca de San Francisco, en la entrada de la barriada de Puente Mayorga. Esta finca conocida por Villa Carmela, que se situada enfrente de la conocida `Venta Pérez´, es ya parte fundamental de la historia de Puente Mayorga. Tenía una gran casa que no se encuentra en buenas condiciones y fue en los años de la Segunda Guerra Mundial cuando adquirió notoriedad, sobre todo entre los espías de diversos servicios secretos que la utilizaron como base de operaciones para estudiar el tránsito marítimo en el Estrecho y en la colonia de Gibraltar.

Más tarde sería deshabitada y un incendio provocó graves desperfectos en varias dependencias de la casa. La casa posee grandes salones, además de amplios jardines por alrededor con mucha vegetación arbórea.

El Ayuntamiento de San Roque se interesó tanto por la buena situación de la finca como por las dimensiones de la misma, y desde el primer momento tenía como objetivo destinarla para un uso público de los vecinos de esta barriada y abierta también a todo el municipio de San Roque.