300 estudiantes de institutos asisten a la obra “Diciembre”, a la que siguió un coloquio sobre adicciones

La Delegación de Igualdad y Asuntos Sociales, que dirige la concejal Eva Gil, con la colaboración de la de Cultura ha organizado la representación de “Diciembre”. Se trata de una obra teatral sobre prevención de adicciones creada por Alberto Maldonado, quien además es uno de los protagonistas. La dirección corresponde a Pablo Vidal, y se ha llevado a varios escenarios de toda Andalucía como parte del programa “Ciudades ante las Drogas”, del que forma parte el Ayuntamiento de San Roque.

Antes de la función, Eva Gil se dirigió a los jóvenes asistentes para agradecerles su participación en esta iniciativa, agradecimiento que hizo extensivo a los centros educativos y al profesorado. Explicó que la idea era que tomaran conciencia de los peligros que entrañan los distintos tipos de adicciones, no sólo a sustancias tóxicas. La técnico en Prevención de Drogodependencias que la acompañaba recordó al público que, a través de los mismos institutos, se puede recurrir a la Delegación de Asuntos Sociales para prestarles ayuda si precisan de la misma.

En cuanto a “Diciembre”, cuenta el reencuentro de los hermanos Tiago y Pablo. La obra es una oda al respeto y al amor a las personas mayores, al amor fraternal y a la libertad sexual, pero también hace visible el drama de la adicción a las drogas y la lucha de las familias que se enfrentan a ese problema.

A la finalización de la representación de la obra se produjo un debate con el público en el que participaron ambos protagonistas, la técnico municipal de Prevención de Drogodependencias y otra de la Coordinadora Alternativas. Tras una breve charla a cargo de Maldonado, quien comentó que había sido un público muy respetuoso y relató que había visitado un centro de rehabilitación de drogodependencias para conocer el problema antes de escribir la obra, los cuatro respondieron a las preguntas del alumnado.

El objetivo último es alertar a los adolescentes sobre sustancias y prácticas (como el uso excesivo de dispositivos tecnológicos y redes sociales) que muchas veces piensan que no son peligrosas y acaban causando daños no sólo en la salud de quienes las toman, sino también en la vida de sus familias.