Tras la concentración de ayer, nueva muestra de repulsa por la violencia de género frente al Ayuntamiento

Martes, 10 Junio 2014

Tan sólo un día después de que se llevara a cabo una concentración en repulsa por el asesinato por violencia de género de una mujer en Granada, hoy mismo ha tenido lugar otra protesta silenciosa frente a la Casa Consistorial. En esta ocasión, la concentración obedece a la muerte de una mujer de 45 años en Mallorca, quien fue maniatada y asfixiada por su ex pareja, el cual a continuación se suicidó. Se trata de la víctima número 28 de esta lacra social en lo que va de año en España.

MINUTO DE SILENCIO 10 JUNIO 2014

Autoridades y trabajadores municipales se han concentrado de nuevo hoy, martes, tras una pancarta con el siguiente texto: “¡No más asesinatos de mujeres! San Roque contra todo tipo de violencia de género”. En el Pleno Ordinario celebrado el 29 de noviembre de 2012 se aprobó por unanimidad una moción de toda la Corporación contra la violencia machista. En ella se decidía que tras cada muerte de este tipo registrada en España se organizara una concentración frente a la Casa Consistorial y se guardara un minuto de silencio de condena.

La teniente de alcalde delegada de Igualdad, Mercedes Sánchez, indicó que “un día más nos concentramos aquí, con tristeza pero con la energía suficiente para seguir en la línea de sensibilizar a la sociedad. Sabemos que queda mucho por hacer para acabar con esta lacra que parece demasiado incrustada en la sociedad”

“Hoy mostramos nuestro rechazo por una nueva muerte por violencia machista -continuó-, la 28 en lo que va de año en España. Si este acto contribuye a sensibilizar a la población, habrá valido la pena”.

Según las primeras hipótesis de la investigación, Jaume Mayol golpeó en varias ocasiones a su expareja, Rosa María Martínez Deyá, la maniató y amordazó para después asfixiarla con sus propias manos. Acto seguido, cogió un arma de fuego y se quitó la vida.

Al parecer, los dos fallecidos se habían separado hacía aproximadamente un mes y la relación entre ambos no era buena. Tras la separación ella se había ido a vivir con una prima. La pareja tenía dos niñas de 12 y 8 años, que estaban en casa de un familiar cuando se produjo el crimen.