Álvaro Quirós compite esta semana en el Open de España a celebrarse en El Saler

Miércoles, 17 Abril 2013

Sucedió un domingo 2 de mayo de 2010, se vistió de rojiblanco, el equipo de fútbol de sus amores, el Atlético de Madrid para abrazar a la gloria. Álvaro Quirós convirtió en realidad lo que el golf español llevaba persiguiendo desde que en 2002 Sergio García alzase la copa de ganador del Open de España, acaparar el triunfo en un torneo importante que genera, visto lo visto, la admiración de todos.

Ahora, la ‘armada española’ sin excepción alguna, un nutrido grupo de golfistas de reconocido nivel que augura lucha sin cuartel en pos del título del Open de España, tomará parte al completo por primera vez en muchos años en este torneo del Circuito Europeo que se celebra en el Campo de Golf Parador de El Saler, entre el 18 y el 21 de abril, con el patrocinio principal de Reale Seguros. Los españoles aspiran a reeditar los últimos éxitos en esta competición, que datan de 2010 –cuando se impuso Álvaro Quirós tras un emocionante final en el Real Club de Golf de Sevilla. Fueron cuatro jornadas de juego, 72 hoyos para encontrar la fortuna y la gloria del campeón y al final, eso es lo que tiene el Open de España, todo se resuelve en el último suspiro, en este caso a favor de Álvaro Quirós, que superó en un playoff de desempate al inglés James Morrison. El golfista de San Roque lo calificó ante las cámaras de televisión, nada más acaparar el triunfo, como “lo mejor de mi vida, inscribir mi nombre junto al de Severiano Ballesteros”. El Open de España, grande, mayor, importante, es un trofeo en el que todos quisieran inscribir su nombre, un honor alcanzado por Álvaro Quirós a base de esfuerzo y acierto. Open de España y de playoff de desempate, en esta ocasión resuelto de manera sencilla a favor de Álvaro Quirós en cuanto que James Morrison, en su segundo golpe, envío la bola al agua. El de San Roque, arropado por el cariño de todos, sólo tuvo que empujar la bola para ganar, un desenlace en apariencia sencillo que sin embargo esconde una tremenda dosis de esfuerzo a lo largo de cuatro días de intensísima competición.