El fallecido Manuel Gavilán da nombre a una calle en Pueblo Nuevo y recibe un homenaje unánime

El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha descubierto la placa junto a Daniela, una de las nietas de Manuel Gavilán, y luego la niña ha sido la encargada de entregar a su abuela una réplica de la placa para que la guarde la familia como recuerdo.

El primer edil ha apuntado que “este acto ha sido un recuerdo para un vecino muy querido, muy respetado y también que ha contribuido mucho al futuro del Valle del Guadiaro. Un recuerdo para Manolo Gavilán en la calle donde se asienta el principal negocio que ha tenido, Fontanería Gavilán. Una persona que tuvo ese reconocimiento por parte de la Corporación Municipal, que aprobó por unanimidad que se renombrara esta calle, la antigua calle Blanca, hoy Manolo Gavilán”.

“Fue -continuó el alcalde- una persona que contribuyó mucho en cuestiones sociales en el Valle del Guadiaro, en las distintas comisiones de fiestas y en todas las actividades que tradicionalmente hacen los clubes de fútbol, las asociaciones de vecinos... En cada una de las actuaciones que, fundamentalmente en Guadiaro y Pueblo Nuevo, se llevan a cabo. Y también en el mundo laboral, con una Fontanería Gavilán que emplea a más de 50 personas y ha supuesto sacar del desempleo a muchas familias y que cuenten con ingresos suficientes para el día a día”

“Es importante -señaló- que respetemos a una figura tan querida en el Valle del Guadiaro y en todo el conjunto del municipio, y deseo de que los vecinos estén satisfechos de que la Corporación Municipal haya tenido este detalle con Manolo Gavilán, una persona que en lo social y en lo laboral ha ayudado a crecer al Valle del Guadiaro y al municipio de San Roque”, concluyó Ruiz Boix.

María de los Ángeles Gavilán Domínguez, una de las hijas del fallecido, agradeció en su nombre y en el de toda su familia este homenaje a su padre. “Quiero agradecer al Ayuntamiento -indicó-, a los fontaneros, al pueblo... a todos los que nos acompañan. Era un hombre bueno, humilde, trabajador y muy familiar. Ha sido un merecido regalo que le habéis hecho en el día de su cumpleaños. También quiero agradecer a mi familia lo bien que están llevando la empresa. A Noelia, Marcos, Cristóbal... Gracias a ellos sigue en marcha”, concluyó.

Por su parte, el teniente de alcalde delegado del Valle del Guadiaro, Óscar Ledesma, señaló que “hoy 24 de febrero es un día emotivo, cuando precisamente Manuel Gavilán cumplía 79 años. Como se aprobó en un pleno reciente, se ha denominado con su nombre a la calle en la que se asienta su negocio familiar”.

“Ha sido -recordó- una persona muy querida en esta zona, y sólo hay que ver la afluencia de personas que ha venido a este acto, aunque desgraciadamente mucha gente no se había enterado y le hubiera gustado estar hoy aquí. Manolo Gavilán hizo mucho por el Valle del Guadiaro, tanto a nivel social como laboral... Y siempre de una manera desinteresada”, concluyó Ledesma.

Finalmente, el concejal Jesús Mayoral destacó su valía como trabajador y empresario, así como el carácter altruista que le caracterizaba.

Guadiareño muy querido por sus vecinos, Manuel Gavilán falleció en noviembre y en el Pleno de ese mes se aprobó por unanimidad dedicarle una calle. De esta forma, la calle Blanca pasa a denominarse calle Manuel Gavilán Oncala.

Gavilán recibió en 2007 una Mención de Honor en el Pleno Institucional con motivo del 301 aniversario de la ciudad, y el Ayuntamiento preparaba un nuevo reconocimiento a su persona para los próximos meses. Fallecido a los 78 años, aunque nació en La Línea se afincó desde muy joven en Guadiaro, donde era el propietario de un conocido almacén de productos de fontanería. Era muy conocido no ya sólo por su negocio, sino por su carácter afable y solidario, y en su vida se caracterizó siempre por ayudar a los más necesitados.

En el Pleno de Honores y Distinciones de 2007, se indicaba de Gavilán que “eran tiempos difíciles cuando este vecino salió del cortijo de Valderrama, donde trabajaba a pesar de su corta edad, para instalarse en el cortijo de Los Canos. Ir a la escuela constituía una verdadera utopía. Hubo de valerse de maestros rurales y ambulantes, e incluso de personas que le podían aportar algún tipo de formación en aquellos duros tiempos”.

“Comenzó a trabajar en Guadiaro, San Enrique, Torreguadiaro y en el cortijo de la Capilla -proseguía la reseña- junto con conocidos maestros de albañilería de la zona. Cuando se realizaban las primeras edificaciones turísticas en Torreguadiaro, y después de terminar su jornada de trabajo, se dedicaba a hacer los cuartos de baño de estos apartamentos. Por esas fechas la fontanería era una profesión casi artesanal. Aquí comienza una actividad profesional que llevaría hasta el sello de profesionalidad que hoy supone el apellido Gavilán en toda la comarca y parte de la Costa del Sol”.

“Pero -dijo- no sólo cuenta la valía profesional de este empresario sanroqueño. A ello hay que unir su valor humano. En numerosas ocasiones ha estado apoyando a personas con dificultades. Y lo ha hecho de manera silenciosa y ganándose el aprecio de todos los vecinos, aprecio que también éstos le han sabido manifestar en los momentos más duros de su vida”.