Ruiz Boix lamenta que la APBA vaya a proteger los búnkeres de Guadarranque tras derrumbarse uno

Martes, 7 Marzo 2017

Ante la noticia de que la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA) va a consolidar seis búnkeres en Guadarranque, el alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha lamentado que este trabajo no se haya realizado antes de perderse uno de ellos a principios de año. El primer edil recordó que el Ayuntamiento lleva años alertando del peligro que corría la fortificación, así como de la pérdida de arena en el camino costero, que también está dañando el talud de la carretera existente.

ALCALDE SOBRE BUNKERES GUADARRANQUE 7 MARZO 2017

Según ha informado hoy martes la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), este organismo “acometerá trabajos de consolidación en dichas construcciones de forma respetuosa con el patrimonio histórico que representan”. Estas obras se basarán en un plan de actuación elaborado entre la APBA y el grupo de trabajo sobre fortificaciones del Campo de Gibraltar, que coordina el investigador militar César Sánchez de Alcázar.

Ruiz Boix ha dicho que “nos congratula que la APBA nos defina ese trabajo de los búnkeres de Guadarranque, pero podría haberlo iniciado con anterioridad a la pérdida de uno. En verano de 2016 visitamos el lugar y tenemos fotos del deterioro enorme que estaba sufriendo, porque no estaba consolidado con el suelo y estaba incrustado en la ladera. Y eso despues de varios años en los que hemos reclamado la regeneración necesaria de la playa de Guadarranque”.

“Este invierno -continuó- desgraciadamente este búnker se ha perdido, así que no se qué es lo que van a consolidar”. Recordó el primer edil que no sólo existen fortificaciones de este tipo en peligro en el litoral de Guadarranque, sino que también los hay en Campamento y en Puente Mayorga, barriada esta última “donde también se ha perdido uno”.

“Espero -dijo el alcalde- que los trabajos de protección de bienes históricos de la Junta de Andalucía, como son la línea de búnkeres, sean un realidad. Y además exijo que la Delegación Territorial de Cultura inspeccione esta situación y valore qué es lo que ha ocurrido con este último búnker”. Al respecto, recordó que en febrero se comprobó que “ya no quedaba absolutamente nada” de este fortín.

Espera Ruiz Boix que la APBA decida finalmente recuperar dicha fortificación. “Para ello -consideró- hace falta primero recuperar el espacio que tenía, por lo que es imprescindible la regeneración de la playa. Desde el Ayuntamiento reiteramos nuestra exigencia de que se cumpla con el compromiso que se alcanzaba en el convenio de febrero de 2016 (entre Consistorio y APBA)”.

En dicho documento se recogen “las obligaciones que tiene (la APBA) con la defensa del patrimonio histórico y de los búnkeres, y se regenere la playa cuanto antes. Que exista comunicación (por el litoral) entre los vecinos de la Bahía (Puente Mayorga y Guadarranque) como siempre ha existido. Y no caer en situaciones y decisiones caprichosas, que es lo que nos tiene habituados el señor Morón (Manuel, presidente de la APBA), que siempre informa de forma sesgada y no da toda la información que se requiere sobre esta temática”, concluyó.

A principios de febrero, el Ayuntamiento denunció que se había desplomado el fortín catalogado como 175A, y se alertó de un inminente derrumbe de un tramo del talud existente en la carretera costera entre las barriadas de Guadarranque y Puente Mayorga.

En el informe realizado entonces por Urbanismo se indica que la protección de hormigón del talud presentaba grietas y pérdida de la capa de protección, y que la carretera presentaba grietas y un leve hundimiento del firme, con desplazamiento hacia el talud.

Lo que fue el fortín 175A se encuentra sobre la playa, interrumpiendo el paso de la misma, así como el hito de limitación de la Zona Marítimo Terrestre

Hay que recordar que en junio del pasado año, el Ayuntamiento de San Roque ya alertó públicamente de la posible destrucción del búnker en la playa de Guadarranque, debido a la erosión del mar por la bajada de la cota de playa en torno a los dos metros. El búnker, declarado como Bien de Interés Cultural, presentaba entionces grietas y defectos. El alcalde visitó entonces la playa de Guadarranque y pudo constatar como el hito que delimita la zona marítimo terrestre se encontraba casi dos metros por encima de su nivel anterior.

El Ayuntamiento de San Roque llevaba más de un año alertado de los problemas que ocasiona la pérdida de arena en la zona, e incluso en febrero del 2016 se firmó un convenio con la APBA para dragar el rio Guadarranque, y con la arena resultante, regenerar la playa, convenio que no se ha cumplido por la entidad portuaria.

De hecho, en la zona de El Gallo, donde se ubica el búnker catalogado como número 177, la falta de este material impide en la actualidad el habitual paso peatonal por la playa de los vecinos entre las barriadas de Guadarranque y Puente Mayorga.

Vecinos de la barriada de Guadarranque han llevado a cabo desde entonces una recogida de firmas para que se regenere su playa con al arena sobrante de la bocana del río, que está prácticamente taponada. Además, vecinos de las barriadas de la zona de Bahía han protagonizado dos protestas: la primera una regeneración simbólica del citado tramo de litoral, y la segunda una marcha desde Puente Mayorga a Crinavis con la misma demanda.

Desde los servicios municipales se ha calculado que se necesitan unos 50 mil metros cúbicos de arena para devolver la zona a su estado normal, recuperando la cota de playa, lo que permitiría no ya sólo la protección del búnker afectado, sino también una seguridad para la carretera que discurre por encima y la recuperación del paso peatonal.

Desde el Ayuntamiento de San Roque se recuerda que los búnkeres se encuentran protegidos como Bien de Interés Cultural por la Ley 14/2007 de 26 noviembre, sobre patrimonio histórico de Andalucía y para ello la Junta de Andalucía posee un detallado catálogo de estas construcciones que le permite mantener un seguimiento de todas aquellas acciones realizadas sobre ellas.

El Catálogo de los búnkeres del Campo de Gibraltar fue realizado por los historiadores Angel Saez, Alfonso Escuadra y Pedro Gurriarán y recoge más de 300 búnkeres existentes en la comarca que conformaban la red de fortines construída en la primera mitad de los años 40 para defender la zona de un hipotético ataque desde Gibraltar.

La red defensiva, construida tras la guerra civil y con mano de obra de presos republicanos, constaba inicialmente de unas 500 fortificaciones desde Conil al río Guadiaro, de las que actualmente se conservan unas 300.