El Ayuntamiento apoya la cadena humana contra el fondeadero en Sotogrande, este domingo en Torreguadiaro

Viernes, 24 Agosto 2018

El Ayuntamiento de San Roque ha mostrado su apoyo a la iniciativa del grupo ecologista Verdemar Ecologistas en Acción, que ha convocado para el domingo 26 de agosto a las 13 horas en la playa de Torreguadiaro una cadena humana para oponerse al fondeadero exterior de buques propuesto por la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras.

CADENA HUMANA CONTRA FONDEADERO 24 AGOSTO 2018

Verdemar quiere de esta manera mostrar su rechazo al fondeadero que la APBA prevé frente a las costas de Sotogrande, que a juicio de los ecologistas pondrán en riesgo el turismo de alto standing y los valores ambientales de la zona.
 

Desde Verdemar se alerta de que la APBA terminó con el turismo en la Bahía de Algeciras y ahora pretende sepultar el de Sotogrande y la Costa del Sol.

La convocatoria se realiza a partidos políticos colectivos y ciudadanos en general a formar una cadena humana el próximo domingo en la playa de Torreguadiaro desde las 13 horas, mostrando así el rechazo a las pretensiones de la APBA.
La iniciativa cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de San Roque a través de la Delegación de Medio Ambiente, que preside Juan Serván, qué junto al alcalde accidental, Juan Manuel Ordóñez, han anunciado su participación en esta iniciativa.

Ordóñez señaló que “es un encuentro muy importante, para el que pedimos el apoyo de los ciudadanos para mostrar su rechazo a las pretensiones de la Autoridad Portuaria de ubicar en nuestra costa un fondeadero de buques”.

Además de la repercusión en el turismo, Ordóñez entiende que “la presencia de estos buques afectaría negativamente al Parque de los Alcornocales, en la zona de Borondo y Guadalquitón”.

El primer edil en funciones recordó que desde el pasado año se viene trabajando desde el Ayuntamiento contra esta pretensión de la APBA, ya ya tuvimos reuniones con vecinos y empresarios para recabar apoyos”.

Verdemar señala que este fondeadero de buques; petroleros, cargueros, butaneros, va a provocar una presión antropogénica significativa sobre los hábitats bentónicos, con especial atención a los hábitats biogénicos y protegidos que representan puntos calientes de biodiversidad y son clave para asegurar los servicios y funciones del medio marino: praderas de fanerógamas marinas, hábitats de roca infralitoral y circalitoral, fondos de maërl, comunidades profundas de corales de aguas frías, comunidades dominadas por pennatuláceos, agregaciones de esponjas circalitorales y profundas y jardines de coral...

Verdemar añade que otro de los graves problemas será el asentamiento de especies invasoras, como la “Caulerpa racemosa” y la “Lophocladia lallemandii”, que se encuentra bien consolidado en las zonas habituales de fondeo y de tránsito de las embarcaciones. Las embarcaciones se trasladan de un punto a otro, por lo que “la falta de planificación en las zonas de fondeo puede favorecer la proliferación de estas especies” invasoras.
El pretendido fondeadero se extenderá desde Gibraltar hasta la costa de Málaga por lo que el impacto será más grave. Entienden que la gestión del Medio Marino debe orientarse hacia un desarrollo distinto al actual, apostando por la navegación a vela, la más respetuosa con los recursos naturales y menos impactante con el territorio, dejando a un lado los fondeaderos y sus enormes impactos ambientales.

El Ayuntamiento de San Roque lideró el pasado año la movilización de vecinos, empresas y ecologistas contra esta medida, con acciones como unas charlas informativas en las que participaron más de 200 personas.

Ello provocó que la APBA anunciara en mayo de 2017 que iba a paralizar la tramitación del fondeadero en el litoral turístico sanroqueño hasta conocer el resultado de un estudio de alternativas. Sin embargo, Manuel Morón, presidente de la APBA, hizo hace unos meses unas declaraciones en las que sostenía que “no hay otro lugar” para este fondeadero, retomando el proyecto.

Hay que recordar que la APBA decidió en mayo del año pasado encargar un nuevo estudio de ingeniería y análisis de alternativas para contar con una segunda opinión técnica sobre el fondeadero previsto frente a las costas mediterráneas de San Roque y La Línea. Esto supuso que el expediente quedó paralizado a expensas del resultado de dicho estudio.

Más de 200 personas participaron en las tres charlas informativas contra el fondeadero que organizó el Ayuntamiento en 2017. Además, hay que recordar que en el Pleno Ordinario de abril del año pasado se aprobó por unanimidad una declaración institucional que rechazaba este proyecto de la APBA.

Esta ampliación del espacio portuario fue llevada en dos ocasiones al Consejo de Administración de la APBA (en marzo y abril de 2017), siendo retirada en ambos casos del Orden del Día debido a las presiones de distintos colectivos y administraciones, como el Ayuntamiento de San Roque. Según este proyecto, el fondeadero está previsto desde donde terminan las aguas en disputa con Gibraltar, en la zona linense de Torrenueva, hasta la frontera con Málaga. Por lo tanto, afectaría a parte del litoral linense y, en cuanto al sanroqueño, a las zonas de Alcaidesa, Borondo, Guadalquitón, Sotogrande, Torreguadiaro y Cala Sardina.

El fondeadero supondría la presencia constante de barcos con actividad en el Puerto de Algeciras frente a estas costas, en las que se ubican playas con gran número de visitantes, enclaves turísticos y espacios naturales, además de que en sus tres caladeros se realizan tradicionalmente faenas de pesca. Además del impacto visual que generaría, está el temor a contaminación de las aguas y atmosférica, lo que frenaría en seco el desarrollo turístico de la zona y sus perspectivas de crecimiento económico sostenible.

En las tres reuniones, desde el Ayuntamiento se instó a que todos los vecinos, colectivos y administraciones que rechazan el fondeadero presionaran a los miembros del Consejo de Administración de la APBA para que, en caso de que se votara este punto, lo hicieran en contra. Así, se sugería a los empresarios turísticos y hosteleros que trasladaran su opinión a la Cámara de Comercio, y los vecinos y colectivos a los sindicatos y administraciones que tienen representantes en el citado consejo.